LA AUTORA DESGRANA LAS REUNIONES SECRETAS DEL CLUB BILDERBERG Y SU INFLUENCIA EN EL DESTINO DEL MUNDO

Cristina Martín, autora de 'Los amos del mundo están al acecho': "Si el Club Bilderberg se reúne por nuestro bien, ¿por qué tanto secreto?"

laSexta entrevista a la periodista Cristina Martín Jiménez, que vuelve con una nueva obra en la que pone en cuestión el funcionamiento del 'Club Bilderberg', y hasta qué punto logra ser una influencia en la toma de decisiones vitales para la sociedad.

Hay mucho de mito y de leyenda en el funcionamiento del Club Bilderberg. ¿Cuál es el fin último de un grupo que reúne a las figuras más influyentes a nivel mundial? ¿Aporta algún tipo de ventaja estas reuniones para el futuro de la ciudadanía?

El año pasado, Peter Thiel, propietario de un fondo de capital, cofundador de Paypal, uno de los accionistas y director de Facebook y, además, miembro del Comité Directivo de Bilderberg, dijo a un reducido grupo de periodistas que hacía guardia a la entrada del hotel donde estaban reunidos en Dresde, que "estas reuniones secretas son por el bien de los ciudadanos" y agregó que había que mantenerlas "en secreto porque si se someten a un escrutinio público la gente podría enfadarse". De modo que yo me pregunto: si reúnen por nuestro bien ¿por qué tanto secreto? Si nosotros somos protagonistas de sus debates, ¿por qué no tenemos derecho a opinar y a conocer? El vídeo está en YouTube, todo el mundo puede verlo.

Habla en su libro de los argumentos que emplea el grupo Bilderberg para crear la necesidad de regirnos por un Gobierno con estructura mundial. Pero ¿no es ese el camino inevitable al que nos llevan fenómenos como la globalización o la revolución tecnológica y digital?

El hecho de que uno de los temas que están tratando estos días sea la ralentización de la globalización y que los grandes grupos tecnológicos estén presentes y es un hecho muy revelador. La tecnología que ellos han promovido ha provocado una consecuencia inesperada y es que los ciudadanos de países considerados democráticos han tenido acceso a contenidos informativos que ellos no pueden controlar sin caer en ilegalidades constitucionales. Ello se une a los abusos que han cometido en la llamada crisis global, donde aprovecharon para mermar la capacidad de decisión de los países rescatados y acelerar su plan de dominación. Pero su ansia les ha hecho cometer muchos errores y los están pagando. Olvidaron que la misma herramienta que ellos pensaban utilizar para adoctrinar y seguir mintiendo ha llevado el conocimiento a muchas personas que ahora, al disponer de más información, se están rebelando contra ellos. Que los estadounidenses votaran a Trump, por ejemplo, es una de las consecuencias provocadas por su mal cálculo y su codicia.

Entendiendo el concepto de 'nuevo orden mundial' que expone en su libro como una esctructura similar a la que sostiene a la Unión Europea (entre otras ideas comunitarias), ¿qué diferencias cabe encontrar entre un sistema altamente criticado (Gobierno mundial) y uno apoyado de forma notable para seguir creciendo (Unión Europea)?

No existen tales diferencias estructurales. La Unión Europea es un ensayo previo que les facilitaría el establecimiento de su supuesto gobierno mundial, pues aprenderían de sus errores y de sus aciertos. Ese era su plan y lo expresó Javier Solana en una conferencia académica en plena crisis global: "Europa es hoy el laboratorio del posible gobierno mundial". Y agregaba: "En Europa, los ciudadanos han cedido libremente su soberanía a una institución supra gubernamental". Esto no es cierto, es propaganda. Nunca cedimos libremente nuestra soberanía porque nunca se nos informó de las condiciones del contrato y jamás se celebró un referéndum para aceptar el Tratado de Lisboa. Es más, en Portugal e Irlanda sí hubo referendos y los ciudadanos dijeron no. Jamás hemos votado al presidente de la UE, ni al de la Comisión, ni al del Consejo. ¿Qué libertad y qué democracia hay en estos hechos? Y qué casualidad que todos los altos cargos de la UE provengan de Bilderberg. Hoy, Durao Barroso es miembro del Comité Directivo del Club además del presidente de Goldman Sachs internacional. Y ya antes de ser primer ministro de Portugal y, por tanto, antes de ser presidente de la Comisión, fue invitado a Bilderberg. Estas son las puertas giratorias de las élites.

Habla usted de Barack Obama y Donald Trump como dos versiones contrapuestas del funcionamiento del Club Bilderberg; esto es, su desarrollo y su declive. ¿Por qué Obama es un "títere" del poder amado por la ciudadanía y Trump un líder reaccionario criticado por la población?

La clave está en la propaganda disfrazada de información. Mi tesis doctoral, que defenderé en dos semanas, analiza los vínculos entre Bilderberg y los conglomerados mediáticos globales. Ellos bautizan a sus dioses y a sus diablos. Hoy Google está en Bilderberg, y es la mayor compañía de comunicación del mundo. Facebook es la cuarta y también está ahí reunida con los accionistas y directores de La Stampa, The Economist, Corriere della Sera, Financial Times, La7 TV, London Evening, Axel Sprinter… todos ellos están intentando averiguar por qué su propaganda ya no les funciona. Tal vez desconocen que una mentira repetida mil veces sigue siendo mentira y que hay muchas personas que ya han descubierto su juego. La paradoja es que, sin haber sido invitado, Trump es la estrella de la reunión Bilderberg.

Se apunta en el libro a reconocidas celebridades a nivel internacional, como Leonardo DiCaprio, José Mujica o Bill Gates, como miembros de esa herramienta "propagandística" que contribuyen a la instauración de un nuevo orden mundial utilizando el cambio climático como pretexto. ¿Cómo solventar entonces un problema que parece requerir de unidad entre países para su correcta aplicación? ¿Actúan bajo esta problemática de forma intencionada?

El hecho es que no es un problema que requiera de la unidad de los países para solucionarlo, ya que no es un problema. Es una trampa retórica diseñada para alcanzar varios objetivos. Uno, implantar miedo en la población para manipularla y usarla como instrumento de presión contra los gobiernos. El fin es que estos cedan al chantaje de las multinacionales que ansían hacerse con el botín que han encontrado bajo los hielos, desde petróleo a diamantes. Otro objetivo es controlar las revoluciones industriales de África, China, Rusia, India… Y por ello es necesario establecer un gobierno mundial, controlado por las multinacionales trasatlánticas, donde ellas pongan las reglas del juego. Es extraño que nunca puedan hablar en los medios de comunicación los científicos que quieren explicar cómo funciona el clima en el siglo XXI y que solo escuchemos a políticos y famosos dar una visión única del tema; con un tratamiento muy apocalíptico, por cierto.

¿Qué supone para España que la nueva 'cara visible' de nuestro país en las reuniones del Club Bilderberg sea Ana Botín? ¿Implica un cambio de posición de nuestros intereses o funciona como otro "títere" al servicio de decisiones ajenas a nuestras consideraciones?

Ana Patricia Botín es banquera y representa los intereses del dinero, no de un país. Ella, además, tiene un extenso currículum en Londres. Es una cosmopolita.

¿Qué futuro espera a un grupo como el Club Bilderberg? ¿Se trata de un movimiento que prevalecerá ante la conversión en un sistema cada vez más unificado por los intereses del capital? ¿O podría ver próximo su declive con el fortalecimiento de fuerzas político-económicas como Donald Trump?

La estructura de poder del Club Bilderberg es algo tan antiguo como el mundo. Su visión es la de establecer una élite global gobernante y un pueblo donde algunos son libres y la mayoría esclavos. Ya disertaron los griegos al respecto y, para Aristóteles, solo los más sabios de la sociedad debían de ser los gobernantes. Sería la sofocracia. Supongo que ellos tienen muy alta estima de su inteligencia, ya que uno de sus amigos y socio, Antonio Garrigues Walker, ha denominado a Bilderberg como "el cerebro del mundo". Sin embargo, los hechos están ahí. Lo que tienen es el poder del dinero, la plutocracia. Pero la sabiduría no puede comprarse. El proyecto de Bilderberg ha colapsado y, al mirarse al espejo, han descubierto que son vulnerables. Eso los ha vuelto más peligrosos aún y amenazan a Trump con el 'impeachment'. El antropólogo Marvin Harris nos enseñó mucho sobre los abusones. Por ello, nunca hay que ceder ante sus chantajes.

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