CUANDO EL AZAR Y LA IMPROVISACIÓN SE CUELAN EN ESCENA

El pedo de Dustin Hoffman y otros accidentes que mejoraron una película

El golpe que recibió John Malkovich de un extra borracho no estaba en el guión, pero la reacción del actor fue tan buena que se quedó en el montaje final. Porque hasta los accidentes pueden mejorar una película.

La técnica Ludovico llegó en forma de mal karma para el pobre Álex, el protagonista de 'La naranja mecánica'. Después de verle violar y matar, la dureza del tratamiento no parecía tan injusta. Pero para Malcolm Mcdowell la ficción acabó superando a la realidad: sus córneas acabaron rasgándose.

Afortunadamente y ante la sorpresa de todos, Kubrick se quedó con esa única toma, convertida en una de las secuencias mas famosas del cine.

A veces el propio azar es el que acaba dirigiendo la escena. En 'Cowboy de medianoche' tuvieron que grabar con cámaras ocultas ante la falta de permisos. Eso tiene algún que otro inconveniente, como que un taxi estuviera a punto de atropellar a Dustin Hoffman en una de las escenas.

Su reacción fue tan natural que se quedó en el montaje final. Porque a Hoffman se le da bien lo de improvisar ante cualquier imprevisto, incluidas las consecuencias de una mala digestión.

En 'Rain Man' decidió dejar salir una flatulencia cuando Tom Cruise y él estaban dentro de una cabina de teléfono y Tom Cruise continuó la escena con naturalidad, a pesar de estar probablemente asfixiándose.

Momentos gloriosos que los directores no quisieron desechar. Pero es que si un extra borracho le tira desde un coche una lata de cerveza a John Malkovich, hay que aprovecharlo.

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