Escritores "solotildistas" celebran la victoria de su 'rebelión literaria': "Voy a poner tildes como si no hubiera un mañana"

Cuando al 'solo' le quitaron la tilde, comenzó la batalla que, para la escritora Elvira Sastre, fue "hasta cierto punto divertida", ya que unió "a muchísimos escritores y escritoras" que han manifestado su deseo de que esa tilde se mantuviera. Y es que dejar de ponerla, para los "solotildistas", nunca fue una opción: "La escritura es un tic. Cada vez que me sentaba en el teclado, el dedo anular se me iba a tildar el 'solo'; cuando escribo a mano, casi es un latigazo del cuerpo", expresa el escritor Miguel Ángel Hernández.

En la misma línea, el escritor Antonio Lucas confiesa que siempre ha escrito 'solo' con acento: "Tanto en mis textos, como en mis libros y em mis poemas, siempre he sido persistente, mientras algunos correctores sugerían que la RAE ya permitía eliminar el acento de solo", algo que también ha hecho Elvira Sastre: "Durante estos años, he seguido utilizando la tilde en 'solo' en mis poemas, artículos, narrativa y en los WhatsApps con mis amigos". Sin embargo, la escritora señala que "a la hora de publicar un libro y pasar el filtro de la editorial, lo han corregido".

Pese a ello, editores como Roger Domingo, han continuado tildando 'solo' en cada una de sus publicaciones. "Siempre que recibíamos un manuscrito sin tilde, nosotros, en nuestro proceso de corrección de estilo, lo que hacíamos era corregirle la tilde, le mandábamos el manuscrito al autor o autora y le explicábamos por qué lo habíamos añadido", reconoce Roger Domingo, director de la editorial 'Ediciones Deusto'.

Ahora, escritores y editores celebran que esa 'rebelión literaria' ha funcionado, ya que la RAE ha cambiado de criterio, y ha informado de que adverbio 'solo' podrá llevar tilde si quien escribe ve riesgo de ambigüedad. "Ha ganado lo que siempre gana, que es la inercia natural del que no se ha ceñido a una norma que no ha llevado a ninguna parte", destaca Antonio Lucas, mientras que Miguel Ángel Hernández expresa que celebrará el cambio de criterio de la RAE "poniendo tildes casi como si no hubiese mañana", como si su dedo y su mano "pudieran estar libres otra vez". Y es que solo desde la libertad se escriben las mejores historias.