ASÍ SE DISTINGUE UN JAMÓN IBÉRICO DE UNO DE CEBO

Fijarse en el precinto, combinarlo con bebidas suaves, envasarlo al vacío... los secretos definitivos para degustar el jamón

Uno de los indispensables en las mesas y celebraciones: el jamón. Uno de nuestros productos más típicos pero que no todos lo consumimos y mantenemos de la mejor manera. En contra de la creencia popular, es mejor no tomarlo con vino tinto, y no ponerle grasa por encima para conservarlo.

El jamón es uno de los alimentos más típicos de nuestra gastronomía. Por eso les traemos la guía definitiva para degustar el jamón. Lo primero, al comprarlo, fijarse en el precinto.

"Desde el año 2014, todos los animales que se sacrifican tienen que ir con precinto: Si tiene precinto negro, es que es bellota 100%, si tiene precinto rojo, también es bellota pero en este caso con cruce, si tiene precinto verde es ibérico cebo de campo y el precinto blanco es ibérico de cebo", explica Enrique Tomás, empresario jamonero.

Además, al contrario de lo que se piensa, si exteriormente está arrugado, no significa que sea peor. "Eso lo que significa es ya ha terminado el proceso de curación, ya ha terminado de protegerlo y ahora ya se está incrustando y por tanto está en el momento óptimo", asegura Tomás.

¿Y a la hora de acompañarlo? Los expertos recomiendan combinarlo con bebidas de sabores suaves. "Un vino blanco, un cava, incluso un cava rosado, que al final lo que hace es limpiarte el paladar y así te predispone para el próximo bocado", explica el empresario jamonero.

Y si no somos expertos en corte a cuchillo, no hay problema. Una vez cortado, envasado al vacío conserva todo su sabor y solo hay que sacarlo poco antes de comer.

Todos estos secretos se recopilan ahora en un libro. Ideal para convertirse en todo un experto en este rico manjar.

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