'Historias para no dormir', o cómo la realidad de los niños que viven en lugares de conflicto puede quitar el sueño

Chicho Ibáñez Serrador dejó un último proyecto sin terminar; pero 37 años después, su hijo ha concluido un último capítulo de 'Historias para no dormir'.

Los protagonistas son niños que, lejos de cualquier fantasía, viven su historia para no dormir fuera de la ficción. "Un día un niño, que era mi vecino, se fue a los columpios y los bombardearon...murió": es uno de los testimonios que recoge el film, en concreto el de Hala Ahmed, una pequeña refugiada de Palestina.

Apenas el 0.14% de la ayuda oficial para el desarrollo en el mundo va destinado a programas de salud mental infantil. 'Save the Children' y Alejandro Ibáñez narran en el corto al que ha denominado 'Historias para no dormir' lo que es el verdadero terror, como es el caso de Farah, refugiada afgana, que asegura que "al llegar de Teherán a Turquía", su padre y sus hermanos habían desaparecido.

"Como mi padre siempre ha dicho, el cine es una herramienta para entretener, pero también es una herramienta para educar", ha reivindicado Alejandro Ibáñez, que ha asegurado que "de nosotros depende querer verlo para ponerle fin". "Que lo único que le quite el sueño a estos niños sean los cuentos de monstruos y casas encantadas", ha añadido.