Exitoso autor internacional

Muere a los 51 años el escritor Domingo Villar tras sufrir una hemorragia cerebral

El reconocido autor gallego se encontraba ingresado en la UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro en estado "muy grave", y finalmente no se ha podido salvar su vida.

El escritor vigués Domingo Villar ha fallecido este miércoles 18 de mayo tras sufrir el pasado lunes una hemorragia cerebral, según ha confirmado la editorial Siruela. Villar fue ingresado en la madrugada del pasado lunes en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Fuentes de la editorial han señalado que no habrá capilla ardiente del popular escritor por expreso deseo de la familia, que desea despedir al autor en la más estricta intimidad.

"Hoy ha fallecido a los 51 años Domingo Villar, nuestro autor, nuestro querido amigo y el protagonista de uno de los grandes fenómenos de la novela policíaca en castellano de los últimos años, al que tuvimos el orgullo de acompañar en el camino", señala la Siruela en un comunicado, donde expresan una sentida despedida: "Todos y cada uno de los que formamos el equipo de Ediciones Siruela te vamos a echar mucho de menos. Nos quedaremos para siempre con el regalo de tus historias y tu amistad".

Villar, según trasladan desde la editorial, siempre tenía "varios proyectos entre manos, a los cuales se entregaba con gran entusiasmo". En los últimos meses había terminado una obra de teatro y estaba escribiendo el cuarto caso de Leo Caldas. También preparaba una serie de televisión protagonizada por el inspector y dirigida por los hermanos Coira. Y es que Villar (1971) era uno de los escritores gallegos más reconocidos gracias a la traducción de sus libros a varios idiomas, a partir de las versiones originales en gallego y castellano.

'Ojos de agua' fue su primera novela, publicada en 2006, seguida de 'La playa de los ahogados'. En ambas, Vigo tiene un papel protagonista. Precisamente, el escritor de novela negra fue uno de los galardonados con el premio Vigués Distinguido este año, gracias a su obra, reconocida en todo el mundo. Afincado en Madrid desde hace casi 30 años, le gustaba describirse como "un pesimista alegre" y como un "artesano que cuenta historias despacito y que habla de personajes emocionados".

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