DICE QUE ES UNA MANIPULADORA

La mujer de Woody Allen le defiende de las acusaciones de abuso sexual: "Mia se ha aprovechado del movimiento 'Me Too'"

Soon-Yi, la mujer de Woody Allen, ha hablado por primera vez de las acusaciones a su marido. Ha dicho que Mia Farrow, su madre adoptiva y a la que presenta como una manipuladora, se ha aprovechado del movimiento 'Me Too' y que utilizó a su hija Dylan como una víctima cuando denunció los abusos sexuales.

La esposa de Woody Allen, Soon-Yi Previn, ha defendido al cineasta de las acusaciones de abuso de Dylan Farrow, hija adoptiva de Allen y la actriz Mia Farrow, en una entrevista para 'New York Magazine' que ha sido criticada por algunos de los hijos de la actriz.

"Lo que le ha pasado a Woody es tan preocupante, tan injusto. (Mia) se ha aprovechado del movimiento 'Me Too' y ha esgrimido a Dylan como una víctima. Y toda una nueva generación está escuchándolo cuando no deberían", dice Soon-Yi, hija adoptiva de Mia Farrow y André Previn.

El artículo se basa en conversaciones entre la periodista Daphne Merkin y Previn que tuvieron lugar entre mayo y julio en su casa del Upper East Side de Manhattan. Uno de esos días, Allen se unió a la reunión y dijo ser un "paria": "La gente piensa que soy el padre de Soon Yi, que la violé y me casé con mi hija menor de edad y retrasada". Soon-Yi habla especialmente de su relación familiar con Mia Farrow y de su posterior aventura con el cineasta, que desembocó en matrimonio en 1997, unos años después del supuesto episodio de abuso de Allen hacia Dylan y de la desestimación del caso por los investigadores.

A sus 47 años y con dos hijas adoptadas con el realizador, lamenta que Mia Farrow se enterara de su aventura con el cineasta por unas fotos que él se dejó, "de manera Freaudiana", sobre un mantel, pero asegura que los dos eran "adultos" con consentimiento mutuo. Soon-Yi fue adoptada por Farrow y Previn en 1978, cuando tenía ocho años. Y en 1979 comenzó la relación de la actriz con Allen.

Dice que al principio odiaba a Allen y que ni ella ni sus hermanos lo veían como un padre porque "no tenía ropa en casa, ni un cepillo de dientes", y Farrow los dejaba solos en casa o les encargaba tareas domésticas.

Su recuento de la relación con Mia Farrow, de quien destaca que eran como "agua y aceite", se remonta a su llegada con un gran "despliegue" al orfanato donde la recogió en Seúl, tras lo cual asegura que no era "maternal" con ella, que le hacía reprimendas por su comportamiento o la llamaba "estúpida" y "tarada".

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