Salman Rushdie reaparece meses después del apuñalamiento: "Ahora que casi me muero, todos me aman"

El escritor Salman Rushdie ha reaparecido públicamente varios meses después del brutal ataque que sufrió el pasado mes de agosto, cuando un hombre le asestó varias puñaladas mientras ofrecía una presentación en Nueva York.

Como consecuencia del ataque, el autor de 'Los versos satánicos', de 75 años, ha quedado ciego del ojo derecho, tiene dificultades para escribir y en ocasiones sufre pesadillas "aterradoras", según él mismo ha relatado a 'The New Yorker'.

"He estado mejor. Pero considerando lo que pasó, no estoy tan mal", ha indicado Rushdie a la citada publicación, a la que ha relatado que tiene sensibilidad en los dedos pulgar e índice y que hace ejercicios de manos en un esfuerzo por volver a escribir.

No obstante, desde el ataque, el escritor que pasó años amenazado de muerte por la citada novela -publicada en 1998 y considerada blasfema por las autoridades de Irán, que emitieron un decreto para pedir su muerte- ha padecido un trastorno de estrés postraumático. "Me siento a escribir y no pasa nada. Escribo, pero es una combinación de vacío y basura, cosas que escribo y que borro al día siguiente", relata Rushdie, que nunca tuvo un bloqueo así pese a las décadas de amenazas.

Sobre sus pesadillas, explica que han ido disminuyendo con el tiempo y no han versado exactamente sobre el ataque, aunque sí han sido "aterradoras", un trance que no siempre le ha sido fácil, según ha confesado.

Por otra parte, el autor ha reflexionado acerca de cómo las ventas de 'Los versos satánicos' se dispararon tras el apuñalamiento. "Ahora que casi me muero, todos me aman", ha ironizado. "Ese fue mi error, en ese entonces. No solo viví sino que traté de vivir bien. Mal error. Recibir 15 puñaladas, mucho mejor", ha agregado durante la entrevista.

El atacante de Rushdie, Hadi Matar, se declaró inocente de los cargos de agresión e intento de asesinato. El escritor ha afirmado sobre él que es "un idiota", aunque asegura no sentir ira. "Me he esforzado mucho durante estos años para evitar las recriminaciones y la amargura (...) Una de las formas en que he lidiado con todo esto es mirar hacia adelante y no hacia atrás. Lo que sucede mañana es más importante que lo que sucedió ayer", ha aseverado.