25 AÑOS DAN PARA MUCHO
Del CD a Spotify y de Britney Spears a Rosalía: la evolución de la industria de la música en los últimos 25 años
¿Por qué es importante? Este primer cuarto de siglo ha estado marcado por la alternancia de los estilos musicales, los avances tecnológicos que mejoraban la portabilidad y el auge de los precios de las entradas.
Si algo ha cambiado en este primer cuarto de siglo, además de la tecnología, ha sido la música. En cuestión de 25 años hemos pasado del CD pirata a Spotify; de las voces en directo al autotune; de los primeros triunfitos a Rosalía; de pagar 20 euros o hacer cola en la calle para conseguir una entrada, a las filas online y el incremento de los precios de los conciertos y festivales.
El siglo comenzó con el auge de los realites musicales y el de la piratería. De hecho, allá por el 2000 los españoles buscaban en el top manta los discos de los Backstreet Boys, NSYNC o las Destiny's Child, para más tarde hacerlo con sus versiones en solitario: de Robbie Williams a Beyoncé o Justin Timberlake. Precisamente, este último demostró que un hombre podía arruinar la carrera de cualquier mujer varias veces.
Fue el caso de Britney Spears que reinó durante la primera década entre la provocación -con el beso a Madonna- y la preocupación de sus fans -sufrió una serie de episodios que afectaron a su salud mental y que hicieron que la tuvieran que tutelar- que estuvieron más presentes que nunca gracias a internet en plataformas como MySpace, Twitter, Facebook o YouTube.
La era iPod y el reguetón
Posteriormente, y antes de entrar en el instituto, le llegó el éxito a Justin Bieber, quien también tiene preocupado a sus seguidores. A este talento precoz le acompañaron Lady Gaga, un puñado de artistas Disney como Miley Cyrus o Demi Lovato, y David Guetta, dj francés que nos acostumbró al 'feat' en plena era iPod.
Además, casi al mismo tiempo que todos ellos, un género musical pasó a sonar en cualquier tipo de fiesta: el reguetón. Artistas como Daddy Yankee, Don Omar o Ñengo Flow irrumpieron con tal fuerza que hasta el día de hoy, a pesar de que ya no son ellos quienes copan las listas de reproducción, siguen dominando las discotecas. Ahora su testigo lo han tomado otros como Bad Bunny, Feid o Anuel.
Las tribus urbanas nacionales y la tecnología
No obstante, el panorama nacional también ha tenido mucho que decir. A principios de siglo los españoles se dividían entre los rockeros tardíos que crecieron con Dover o Green Day; el rap de Violadores del Verso, Nach o Chojin y su cultura callejera y los amantes del pop que reclamaban su sitio con Amaral, La Oreja de Van Gogh o Estopa. Todos ellos, a su manera, dejaron paso a dos estrellas mundiales que han alcanzado cotas nunca antes vistas: C. Tangana y Rosalía, y a su género urbano.
A todos estos artistas les ha acompañado otro fenómeno: la revolución tecnológica. Esta ha hecho que hayamos pasado de llevar 'walkman' y cascos conectados a un dispositivo, a tener toda la música en una aplicación como Spotify y utilizar los auriculares de forma inalámbrica.
Asimismo, otra cosa que ha cambiado es el precio y la manera de conseguir entradas para los conciertos. En los 2000 se hacían largas colas en la calle y los boletos de una gira mundial valían 20 euros. Sin embargo, a día de hoy lo compramos todo vía online y a un precio desorbitado. Del mismo modo, los festivales se han convertido en una parada obligatoria en las vacaciones de verano.
Con todo, en 25 años hemos dejado de pelearnos por ver quién escogía CD para hacerlo por quién se salta la cola de reproducción con su canción preferida. Igualmente, hemos dejado de ver la tele para ver a nuestros artistas favoritos a seguirlos las 24 horas del día en redes como TikTok, donde ahora se cocinan todos los éxitos. Y si empezamos el milenio enganchados a la tele para ver personas haciendo música dentro de una casa, hoy nos preguntamos si detrás de lo que escuchamos sigue habiendo humanos.
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