Asesinado en 1936
La última noche de Federico García Lorca: por qué mataron al poeta
Fusilado por el régimen franquista en 1936, años antes había escrito unos versos en los que, parecía, anticipaba su propio asesinato. El cuerpo de Federico García Lorca nunca fue recuperado, aunque podría estar entre Alfacar y Víznar (Granada).
Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Son los primeros versos de 'No me encontraron', poema escrito desde la ciudad de Nueva York en el tiempo que Federico García Lorca pasó en la Universidad de Columbia. Los hay que dicen que Lorca tenía premoniciones; lo cierto es que algo más de un lustro después, Federico García Lorca era asesinado en el arranque de la Guerra Civil española. Cómo murió, de sobra conocido: un 18 de agosto, en 1936, el poeta granadino era fusilado por el régimen franquista. Lorca no estaba solo: lo acompañaban el maestro republicano de Pulianas Dióscoro Galindo y el banderillero Francisco Galadí, también fusilados y enterrados aquel día.
La última noche de Lorca, Galindo y Galadí tuvo lugar en La Colonia, una finca que en 1934 los republicanos habilitaron como casa de veraneo para niños y que dos años más tarde ejercía de cárcel donde republicanos esperaban su final. Durante la primera etapa de La Colonia como cárcel franquista, los republicaos eran fusilados en Puerto Lobo; a mediados de verano la zona de fusilamiento se trasladó a la carretera a Alfacar y, desde el mes siguiente, el punto de ejecución se llevó al Barranco de Víznar; éste fue el peor, el que se utilizó en la época más sangrienta, tal y como recoge Universo Lorca.
Sú última noche en la cárcel
Vestido con un pijama, Federico García Lorca llegó a La Colonia "la medianoche del 16, el 17 o el 18 de agosto" desde la capital granadina, "a bordo de un vehículo en el que viajaban los otros condenados vigilados por los carceleros". Junto a él viajaban Francisco Galadí y el también banderillero Juan Arcollas Cabezas, además de otro delincuente común, 'El Terrible'. La mañana del 17 de agosto, una de las sirvientas de la familia Lorca, Angelina Cordobilla, se acercó a La Colonia para llevarle "un termo con leche, una tortilla, un 'peacico' de pan, tabaco y unos pañuelos" a Federico García Lorca. "Pregunté por él y después de insistir le hicieron subir unas escaleras. Todo estaba muy vigilado, con hombres armados, como en guerra que estábamos. Me revisaron la tortilla que llevaba. El señorito no quería comer", aseguraba Cordobilla.
"Yo le ponía las cosas encima de una mesa. Lo único que había era eso, una mesa, un tintero, papel y una pluma. Federico no escribía. No tenía ganas de comer. Estaba muy bien vestido, con un traje flamante (…). Fui durante dos días. El 17 y el 18 (…). Cuando llegué de nuevo al Gobierno Civil, en la mañana del día 19, pregunté, me dijeron: 'García Lorca ya no está aquí'. Pero subí a la habitación para recoger el termo y la servilleta que había llevado el día anterior. El señorito no había comido". Esa había sido la última noche del poeta andaluz.
Sin que nada haya sido confirmado, todo parece apuntar a que Federico García Lorca fue ejecutado en torno a las 4:00 de la madrugada, según la investigación que Miguel Caballero plasmó en 'Las 13 últimas horas en la vida de García Lorca'. ¿Por qué se cree que fue a esta hora? Porque el encargado de confirmar oficialmente la muerte del poeta, Martínez Fajardo, se marchó a las 5:00 de la madrugada para acudir al frente. Los estudios de Caballero apuntan a que tanto García Lorca como sus otros tres compañeros también ejecutados fueron trasladados en coche desde La Colonia hacia Alfacar, para detener el vehículo a mitad de camino; allí, alumbrados con los focos del coche para no fallar el tiro, los falangistas los ejecutaron.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios.
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Esta misma investigación señala el punto donde fueron enterrados los restos de Lorca y el resto de condenados: junto a un pozo de agua de una fábrica textil de Alfacar, utilizado como fosa común. "El lugar sería el Peñón Colorado, situado frente al cortijo Llanos de Corvera". Lo cierto es que, a día de hoy, como el propio Lorca escribió en aquel poema en el que hablaba de su asesinato, no se han encontrado sus restos. En 2018, familiares de los otros ejecutados junto a Lorca pidieron a la Audiencia Nacional poder recuperar los cuerpos de sus parientes; si bien la familia de Lorca se opone a la exhumación de los restos, fue el historiador Ian Gibson el que defendió entonces (y sigue haciéndolo) el derecho a saber si el poeta está enterrado en la zona donde se cree que se encuentra su cuerpo. "Yace tirado en una cuneta como un perro", señaló.
La última noche de García Lorca en La Colonia se convirtió hace no mucho en 'Una noche sin luna', obra de teatro escrita e interpretada por Juan Diego Botto y dirigida por Sergio Peris-Mencheta. Botto fue galardonado el pasado mes de junio con el Premio Max al mejor actor de teatro, que quiso dedicar "a todos los hombres que siguen esperando en las cunetas de nuestro país a que se haga justicia". En un discurso pronunciado pro su hermana, la actriz Nur Levi —el hispanoargentino se encontraba rodando y no pudo acudir a la gala— aprovechó para pedir por "que sus restos puedan tener una sepultura digna junto a sus seres queridos".
¿Pero por qué mataron a García Lorca?
Muchas veces se ha escuchado la frase: "Le pegué dos tiros en el culo por maricón". Las palabras se le atribuyen a Juan Luis Trescastro quien, según Universo Lorca, las habría pronunciado por los bares de Granada después de la ejecución del poeta, si bien señalan que se trata de un "hecho improbable que dio pie a malentendidos y leyendas negras". Según uno de los amigos de Lorca, Miguel Cerón, Trescastro fardaba de haber sido el que había dado "el tiro de gracia" al poeta. Aunque no está probado que así fuera. Hace unos años, en 'Las 13 últimas horas en la vida de García Lorca' de Caballero, sí se daban a conocer los nombres de los asesinos de Lorca o, al menos, los de todos los presentes en su fusilamiento, todos ellos miembros de las 'escuadras negras' de Falange de Granada:
- El cabo Mariano Ajenjo Moreno
- El pistolero Antonio Benavides Benavides
- Salvador Varo Leyva, 'Salvaorillo'
- Juan Jiménez Cascales
- Fernando Correa Carrasco
- Antonio Hernández Martín
Molina Fajardo, por su parte, coincide en sus datos con algunos de los confirmados por Caballero (Correa, Benavides...) aunque no todos los nombres de los miembros del pelotón coinciden. ¿Las razones? Por ahora, todo son hipótesis: una de ellas es, claramente, su homosexualidad. Fueron varios medios nacionales los que lanzaron el rumor de su homosexualidad en una época en la que amar a personas de tu mismo sexo estaba perseguido. Nunca se supo con seguridad que Lorca mantenía relaciones con hombres pero tan solo la sospecha ya era motivo para acabar con su vida.
Lo cierto es que lo que sí había manifestado públicamente y que podría haber sido una de las causas por las que fue asesinado fue su ideología: en plena sublevación contra la República, Lorca era partidario del Frente Popular y amigo cercano de Fernández de los Ríos, socialista granadino; todo esto se suma a sus múltiples declaraciones contra las injusticias sociales. La última de las tres hipótesis principales sobre la muerte de García Lorca es su posible vinculación con la masonería: hay quien dice que pertenecía a la logia Alhambra, donde habría adoptado el nombre simbólico de Homero, aunque esta información no se sustenta en fuentes fuertes. ¿Por qué estas tres hipótesis? Porque en un informe de la Jefatura Superior Policial de Granada se puede leer cómo Lorca es definido como "socialista y masón", al que le atribuyen "prácticas de homosexualismo".