MUNDIAL BALONCESTO | CANADÁ 53 - 68 ESPAÑA
España arrasa a Canadá en el último cuarto y se mete en semifinales del Mundial de Tenerife
Exhibición de España en el último cuarto que le valió para meterse en las semifinales del Mundial de baloncesto femenino de Tenerife. Australia será el siguiente rival de las jugadoras de Mondelo en su camino hacia la final.
La selección española renació a base de orgullo, casta y trabajo para vencer a Canadá por 53-68 y clasificarse para semifinales del Mundial de baloncesto, que se está disputando en Tenerife, y luchar por las medallas. El equipo español preparó lo cuartos de final con esmero.
Su plan de partido fue como dijo a medias el seleccionador, Lucas Mondelo, en la previa cerrar en defensa para evitar los rebotes ofensivos de Canadá, una de sus principales fuentes de puntos; disminuir las pérdidas de balón y atacar la canasta contraria lo más directamente posible. En una palabra hacer que Canadá luchara en las trincheras, cuerpo a cuerpo, para evitar que su superioridad física generara ventajas importantes.
Un triple de Alba Torrens adelantó a España en el marcador inicialmente, pero las canadienses, aunque tardaron en reaccionar, consiguieron un 9-0 de parcial, 9-3 (min.7). El plan defensivo funcionó desde el inicio, pero en ataque las ideas no fluyeron y menos los puntos.
Las primeras luces de alarma para el equipo español se encendieron poco después con un 14-6. Solo dos triples de 6 lanzados y ninguna canasta de dos en otros 6 intentos. Pero la selección no perdió la fe y Mondelo siguió moviendo el banco buscando aire e inspiración y lo encontró.
El primer cuarto acabó 16-13 pero lo mejor fue que solo se perdió 1 balón y que Canadá apenas capturó 3 balones en rebotes ofensivos. En la salida del segundo cuarto, las españolas siguieron dejándose la vida en defensa pero comenzaron a ver aro y lograron la primera ventaja después del 0-3 inicial, con un 18-19 (min.12.30).
Canadá acusó el golpe y España tras un parcial de 0-10 se fue hasta un 18-23 prometedor (min.13.40). A partir de este momento, brega sin cuartel, sin dejar un milímetro de espacio a las canadienses, con derroche de energía y de ganas. Al descanso el plan funcionaba de maravilla, 27-29 en el marcador, 9 pérdidas (menos bueno) y 6 rebotes ofensivos canadienses.
Que Kia Nurse sólo llevara 6 puntos fue otro gran indicativo del buen trabajo español. Cinco segundos en un saque de fondo para Canadá, propiciado por la persistencia de Queralt Casas dejó claro a las norteamericanas que España pretendía seguir igual en la continuación, presionando, defendiendo, trabajando, haciendo el partido pesado, intenso, difícil.
Canadá tomó el mando en el marcador fugazmente, 36-35 (min.23.30) y a partir de ese momento se pasó a una fase de sucesivos empates, a 38-40, 42 (min.26). La lucha siguió y el tercer cuarto se cerró con 50-47.
El plan inicial también incluyó un último cuarto para llegar con opciones. Y en él se contemplaba que Canadá pensara demasiado en su mala tradición en los cuartos, en que España jugaba de local, en la presión ambiental y en que las ganas de ganar eran mayores que las suyas. El equipo español recuperó la supremacía en el marcador, 50-56 (min.32.30) y metió el miedo en el cuerpo a Canadá.
España creció en más intensidad, en más trabajo, en más ilusión, mientras Canadá comenzó a verlo todo más negro. A seis minutos para el final el 50-56 fue una promesa de gloria y el triple de Marta Xargay (50-59) medio minuto después permitió casi tocar el cielo. Y cuando Cristiana Ouviña clavó otro triple (50-62, min.35.30) en el corazón del partido fue el éxtasis.
Querat Casas, gran partido el suyo, elevó la renta con un lanzamiento a tabla, 50-64 (min.36.20), entreabriendo de par en par las puertas de la lucha por las medallas. El parcial de 3-21 en el último cuarto lo deja todo más claro.
De aquí hasta el final, las selección hizo el trabajo que se requería, aguantó el marcador y se clasificó para semifinales. El equipo español renació por su orgullo de campeón para luchar, una vez más, por las medallas.