PUBLICA EN 'THE PLAYERS' TRIBUNE'
Ricky Rubio emociona al mundo con su carta: "Mamá murió unas semanas después, me sentí tan sin dirección..."
El MVP del último mundial de baloncesto ha escrito una misiva en 'The Players' Tribune' donde desvela cómo la muerte de su madre cambió su vida para siempre tras pasar una depresión.
"La primera temporada después de su muerte, me despertaba y pensaba en llamarla. Me hizo querer romper mi teléfono. Pero no pude borrar su número. Incluso le envié mensajes de texto a veces. Todavía lo hago. Durante un tiempo, sentí que me estaba volviendo loco, como si estuviera hablando conmigo mismo". Lo firma Ricky Rubio en 'The Players' Tribune' mientras estremece a cualquier ser humano capaz de leerlo. Porque, ¿qué se le dice a una madre cuando ya no está? La manera personal que tuvo el MVP del pasado mundial de afrontarlo completa un relato desgarrador a la vez que se alza como toda una lección de vida: "Durante la mayor parte de ese año después, estaba enojado. Culpé a muchas cosas. Culpé al baloncesto. Culpaba a las personas a mi alrededor por cómo me sentía. Le eché la culpa a todo. Pasé por una depresión", desvela.
No saber afrontarlo. No querer asumirlo. No, simplemente, no. Eso es lo que el cerebro dictaba a un Ricky Rubio que tuvo que inventarse un túnel para escapar de ese pozo sin fondo: "Miré el baloncesto de manera diferente después de eso. Vi la vida de manera diferente. Nada se sentía tan serio como solía hacerlo. Ya sabes, solo estamos jugando un juego... y a veces fue un alivio para mí salir y bailar y olvidarme de las cosas. Pero eso no funciona para siempre. Sentía que estaba pisando el agua lo mejor que podía, pero aún me ahogaba. No sé cómo explicarlo". Porque la luz ya se vislumbraba pero no se entienden estas cosas sin el inexorable paso del tiempo. Que todo lo cura, dicen...
"No sabía cómo solucionarlo solo. Aprendí eso cuando finalmente recibí ayuda, cuando fui a hablar con un terapeuta", dice una estrella del baloncesto mundial que recuerda así cómo vivió la muerte de su madre: "Pasaron dos meses más antes de que terminara la temporada (2015-2016). Hice lo que necesitaba hacer en la cancha. Pero fue muy difícil. Mi mente estaba muy lejos. Pensé en mi madre todo el tiempo. Después de nuestro último partido de la temporada con los Wolves', volé a casa nuevamente. Mamá murió unas semanas después. Cuando alguien que amas muere, es como si una niebla te envolviera. Así fue para mí. Me sentí tan sin dirección...".
Sin brújula, sin el pilar fundamental, sin el amor de una madre. Así fue como este chico reinventó su propia historia. Una escalada a la montaña más dura hasta alcanzar las estrellas, hasta dominar el mundo con España el pasado verano y gestionar su propio mundo con el control de la mente fuera de las canchas, porque ya lo dice él mismo: "Todos los días trato de hacer algo para hacerla sentir orgullosa. Eso es lo que se merece. Somos un equipo. Nos tenemos para siempre. Te quiero mamá".