PREMIER LEAGUE | ARSENAL 4-3 LEICESTER
El Arsenal sufre para ganar al Leicester en un loco partido en el Emirates
El Arsenal ganó 4-3 al Leicester en el partido que inauguraba la nueva temporada de la Premier League. Un encuentro en el que el banquillo local salvó la primera derrota del conjunto de Wenger gracias a los goles de Ramsey y Giroud en los minutos 83 y 85.
El partido no podía comenzar mejor para los intereses del Arsenal, cuando el nuevo fichaje 'gunner' Alexandre Lacazette hacía el 1-0, pero la alegría en el Emirates duró dos minutos más, cuando Okazaki ponía el empate para los 'foxes'.
La fragilidad defensiva fue la tónica dominante de una primera mitad en la que el Arsenal fue de más a menos, lo que aprovechó Jamie Vardy para subir el 1-2 al marcador. Wenger veía como la alegría inicial se convertía en desesperación, al ver como se sucedían las ocasiones para los visitantes, hasta que apareció Welbeck en el descuento de la primera parte para empatar.
Tras el paso por los vestuarios, y con cuatro goles campeando en el Emirates, los 'Foxes' no se arrugaron y, de nuevo, Vardy abría distancias ante un Arsenal que, a pesar de jugar con 3 centrales y 2 carrileros, demostraba sus carencias en tareas defensivas.
El banquillo salva a Wenger en el debut
El fondo de armario fue lo que decantó el partido hacia el Arsenal. La fatiga se apoderaba de un Leicester que veía como el tiempo 'no corría', cansancio que aprovechó el técnico francés Wenger para dar entrada a Ramsey para empatar y Giroud para sellar la remontada en los instantes finales de un encuentro que no defraudó y escenificó a la perfección la esencia de la Premier.
Los 'Gunners' se estrenaban en el Emirates Stadium, con dos títulos recientes como la FA Cup y la Community Shield en la retina de su afición, que intentaban sobrepasar el dolor de no haber entrado en puestos de Liga de Campeones después de casi veinte años, teniéndose que conformar con la Liga Europa.
Por su parte, el Leicester comenzó una nueva temporada tras su histórica hazaña de hace dos años, con el objetivo de evitar coquetear con los puestos de descenso como la campaña anterior que provocaron la destitución de Claudio Ranieri.