VUELTA SEMIFINALES CHAMPIONS | REAL MADRID 2 - 2 BAYERN (GLOBAL 4-3)
Benzema y Keylor Navas meten al Real Madrid en la final de Champions en Kiev ante un bravo Bayern
El Real Madrid jugará su tercera final de Champions consecutiva tras empatar 2-2 ante un Bayern que puso en serios apuros a los blancos. Benzema hizo un doblete, James marcó y pidió perdón y el colegiado no pitó penalti de Marcelo por mano al filo del descanso.
Cita con la historia en el Santiago Bernabéu. Real Madrid y Bayern volvían a citarse una vez más en la Champions League, el duelo más repetido de la historia en Europa. Una semana de Clásicos para un Real Madrid que tenía el partido más importante de la temporada por delante.
Para este partido, Zidane decidió tomar una sorprendente decisión para su once titular. Casemiro, vital para el equipo en numerosas ocasiones, se quedaba en el banquillo, dejando su lugar a un Kovacic que tenía delante su prueba de fuego definitiva. Lucas Vázquez ocupó el lugar de Carvajal en el lateral derecho.
Los alemanes tuvieron más bajas en su once titular, la última, la de Javi Martínez, que se quedó en el banquillo por unas molestias. Tolisso ocupó su lugar en el centro del campo, acompañado por Thiago. Por delante, pura dinamita: Müller, James, Ribery y Lewandowski.
Con los 22 protagonistas sobre el terreno de juego y con el himno de la Champions sonando a todo volumen en un Santiago Bernabéu a rebosar, rodó el balón sobre el césped del coliseo blanco.
Inicio fulgurante
Como buen clásico europeo, ambos equipos salieron con todo, sin especular ni esperar a que las ocasiones llegasen por sí solas. Tanto fue así que el Bayern, a los dos minutos, ya marcó gol.
Fue a través de un Kimmich que aprovechó la fragilidad defensiva de los blancos para volver a batir a Keylor Navas. Era el 0-1, el Bayern estaba a un gol de la final de Kiev, pero el Real Madrid no iba a tardar en responder.
Benzema, tras un centro de Marcelo, consiguió empatar el encuentro y dar oxígeno al Real Madrid y a un Santiago Bernabéu que mantenía la respiración. Se avecinaba un partido de altísima tensión, un duelo de poder a poder entre dos trasatlánticos.
Los minutos posteriores fueron un quiero y no puedo de ambos equipos, tanto en defensa como en ataque. Si el Bayern se acercaba, la defensa blanca temblaba y los alemanes no atinaban a definir; lo mismo con el equipo blanco, que llegaba hasta el área pero no culminaba.
Mano de Marcelo... y doblete de Benzema
En esas intentonas, Marcelo y James llevaron el mayor peligro para ambos equipos. Lo cierto es que ambos equipos eran un auténtico flan en defensa, a merced de una buena acción de los atacantes rivales y de que en la última entrada todo fuese correctamente.
Precisamente el lateral brasileño fue el gran protagonista del final de la primera parte. Kimmich centró desde la banda y Marcelo, con la mano, detuvo ese centro estando dentro del área. Un penalti claro que el colegiado Çakir no señaló, provocando las protestas de los jugadores del equipo alemán.
Con esto se llegó al descanso, un 1-1 que dejaba todo abierto y más viendo cómo había sido la primera mitad, llena de ocasiones e incertidumbre por parte de las defensas.
Fue volver los jugadores al terreno de juego, volver a rodar la pelota y volvió a quedar constancia de esa incertidumbre... para suerte del Real Madrid. Ulreich se resbaló al intentar despejar un pase atrás de Tolisso, dejando a Benzema solo en boca de gol.
James marcó y pidió perdón
El francés no se puso nervioso y puso el 2-1 en el luminoso, dejando en bandeja el pase a la final de la Champions en Kiev. Todavía quedaba mucho por jugarse, no obstante, y el Bayern no se iba a rendir fácilmente.
A los dos minutos, Alaba probó desde la frontal del área con un potente disparo. Keylor Navas, con unos reflejos felinos, detuvo el disparo y levantó al Bernabéu de sus asientos.
No iba a parar el asedio alemán, que necesitaba dos goles para meterse en la final. Su situación era la misma que en el inicio de partido, pero con mucho menos tiempo. El primero de esos pasos llegó a través de un viejo conocido para la parroquia blanca.
James Rodríguez batió por bajo a Keylor Navas en el área pequeña, pidiendo perdón al Santiago Bernabéu por su gol y corriendo al centro del campo. Le quedaba media hora al Bayern para intentar remontar, un mundo y más en un partido que se había convertido en una ruleta rusa.
Cambios en el equipo blanco
Zidane decidió mover su banquillo en busca de soluciones, el Real Madrid había perdido el poco control que tenía del partido y el Bayern estaba volcado.
Casemiro y Bale fueron los elegidos para entrar en el terreno de juego, saliendo del terreno de juego Benzema, ovacionado por el Bernabéu, y Kovacic, con un amplio despliegue físico. Sin embargo, estos cambios no paliaron el asedio del Bayern, que necesitaba un gol para pasar a la final.
Keylor Navas volvió a lucirse bajo palos para salvar al Real Madrid. El costarricense sacó un disparo a bocajarro de Tolisso con una parada por bajo. Seguía apretando el equipo de Heynckes, que, si caía, lo iba a hacer luchando hasta el final, haciendo honor a la historia del histórico equipo alemán.
Otra vez tuvo que aparecer Keylor Navas para detener un disparo de Müller que se marchó a córner. Seguía avisando el Bayern y para el Real Madrid el reloj no avanzaba.
Al final... tercera final consecutiva
Los minutos finales se vieron marcados por balones colgados al área de Keylor por parte de los alemanes. Tuvo que sufrir mucho el Madrid, que intentaba rascar tiempo al cronómetro mientras los jugadores del Bayern le decían a Çakir que lo añadiese.
Después de un final lleno de sufrimiento, de cinco minutos de descuento, de Asensio cayendo al suelo por puro cansancio, de un Bernabéu conteniendo el aliento y de un Bayern valiente... el Real Madrid volvió a hacer historia.
Los blancos consiguieron meterse en la tercera final consecutiva de la Champions League, su cuarta final en cinco años. Esta vez, se jugará el título europeo en Kiev contra el Liverpool o la Roma, un escenario en el que podría aumentar más su ya histórica leyenda.
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