Crisis total en la Real Sociedad tras caer goleada ante el Villarreal

El Villarreal aprovechó su buen inicio, con tres goles en los primeros veinte minutos, para doblegar por 4-2 a la Real Sociedad, que reaccionó tarde, por lo que los locales mantienen su racha positiva y los visitantes se mantienen en una dinámica adversa.

El encuentro quedó marcado por el inicio explosivo del Villarreal, que dio paso a un final insustancial, mientras que la Real Sociedad entró tarde en el encuentro, lo que pesó demasiado a pesar de la ligera mejoría en el segundo tiempo.

Fue, por tanto, un partido atípico, que concentró la emoción y los goles en la primera mitad en la que quedó resuelto y a expensas de una reacción heroica de la Real en el segundo periodo, que no se llegó a producir. El inicio del Villarreal fue arrollador, pues superaba en cualquier acción a un rival débil en las marcas, con fallos en defensa y sin recursos ante el contragolpe local.

Así llegaron los tres primeros tantos del equipo de Javier Calleja, pues Víctor Ruiz cabeceó con facilidad un córner en el 1-0 y un error de Navas y el debutante Toño, que dejó a Rulli en el banquillo, propiciaron el 2-0 de Fornals. Casi de inmediato, una contra de Ünal fue resulta con calidad por Bacca, quien antes del ecuador del primer periodo puso el 3-0 en el marcador.

Una primera mitad con cinco goles

El partido no tenía tregua y tres minutos después, tras el saque de una falta, Diego Llorente acortó distancias de cabeza y metió a la Real Sociedad en el partido, ya que se convirtió momentáneamente en el dominador del juego.

Esa dinámica se truncó con el gran cuarto gol del Villarreal, marcado tras una galopada y un gran remate por Castillejo, que volvió a evidenciar el desconcierto del conjunto donostiarra, en el que Íñigo Martínez jugó como lateral izquierdo.

Así se cerró una primera mitad trepidante, con una efectividad máxima por parte del Villarreal y mucho que mejorar por la de la Real Sociedad. La segunda mitad empezó con un equipo visitante algo más incisivo, ante un Villarreal más contemporizador trataba de manejar el balón con más calma que en el primer periodo.

Fruto de la mejoría del equipo vasco fue el segundo visitante que llegó tras un potente zurdazo de William José, que fue un reflejó del dominio territorial forastero, aunque la distancia en el marcador era todavía amplia para un Villarreal que no estaba a la altura de la primera mitad. Pasaban los minutos con un conjunto local conformista frente a un rival que merodeaba la meta de Asenjo aunque con un fútbol estático que no conllevaba peligro a base de ataques muy largos, pero poco profundos.

Esta tónica de juego se mantuvo hasta los minutos finales del encuentro, con esporádicos contragolpes locales y una cierta sensación de impotencia en la Real, pues a pesar de su mejoría no fue capaz de crear ocasiones de peligro y el encuentro concluyó con un holgado triunfo local.