El Eibar, más cerca de los octavos de Copa tras tomar el Molinón

El Eibar puso la eliminatoria copera a su favor tras imponerse al Sporting de Gijón en otro partido en el que los locales ofrecieron una mala imagen (1-2). El Sporting se retiró al descanso en medio de una sonora bronca tras una primera parte en la que no dio una a derechas y se ganó el enfado de los aficionados, que veían cómo su equipo volvía a ofrecer una penosa imagen y era superado por el Eibar.

El equipo vasco se adelantó en el marcador cuando apenas se llevaba jugando un minuto con un gol de Bebé, que disparó cruzado y completamente solo un rechace defensivo. El Sporting tampoco supo aprovechar un penalti que señaló Sánchez Martínez por supuesta mano de Juncá, que fue muy protestado por los eibarrereses y detenido por Yoel tras un mal lanzamiento de Borja Viguera, lo que desató una nueva protesta colectiva.

Desde el fondo joven se reclamó la presencia de los canteranos, en especial del delantero Carlos Castro, e, incluso, hubo un amago de petición de dimisión para Abelardo. Al descanso se llegó con victoria visitante y Abelardo mandó calentar a Castro, que entró en la reanudación en sustitución de un Burgui, que no dio una a derechas en toda la primera parte.

El Sporting mejoró sus prestaciones y empezó a llegar con más peligro al área rival. Una gran combinación entre Carlos Castro y Lillo, que centró sobre Borja Viguera, que conectó un buen cabezazo, dio lugar al empate a uno (minuto 61).

El Eibar, que pudo haber marcado el segundo en un remate de Kike que se estrelló en el larguero, lo hizo a falta de dos minutos para el final por mediación de Rubén Peña, que se adelantó a Jorge Meré y dejó la eliminatoria favorable para su equipo.