HAY TRAMOS MUY COMPLICADOS

El rescate de los niños en Tailandia, una prueba contrarreloj: temen la llegada de las próximas lluvias torrenciales

Las lluvias torrenciales que pueden hacer acto de presencia en las próximas horas han hecho que se aceleren las labores de rescate de los 12 niños y el entrenador de un equipo de fútbol atrapados en una cueva en Tailandia.

Los equipos de rescate temen que las lluvias anunciadas para los próximos días vuelvan a inundar la cueva donde doce menores y un adulto llevan atrapados 12 días en el norte de Tailandia y anulen los trabajos de desagüe efectuados hasta ahora.

"Luchábamos contra el tiempo cuando los encontramos. Ahora, luchamos contra el agua (...) No podemos arriesgarnos a nuevas inundaciones", declaró a los medios Narongsak Osotthanakorn, comandante de las operaciones de rescate en la provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la cueva, en un parque nacional.

Las autoridades estudian con detenimiento las previsiones meteorológicas con miedo al temporal que se aproxima y que, según los expertos, podría azotar la región a partir de este viernes y durar hasta el 12.

Tailandia está acostumbrada a acoger fuertes precipitaciones durante la estación del monzón, que se prolonga, según la región, de junio a septiembre, pero una probable crecida en el nivel de las aguas subterráneas de la cueva amenazaría la operación de rescate.

Según los equipos de rescate, el nivel de las inundaciones ha descendido cerca de un 40% desde el inicio de las operaciones gracias al incesante drenaje artificial del agua y a un tiempo favorable.

"Hace una semana en la entrada de la caverna el agua llegaba a la altura del pecho, este jueves el nivel está por debajo de las rodillas", indicó el japonés Shigeki Mijake, miembro del equipo de cooperación internacional nipón.

Unas 20 bombas de extracción funcionan sin descanso y extraen de la cueva miles de litros a la hora, lo que se traduce en la disminución aproximada del nivel del agua en el interior en un centímetro a la hora.

"Esperemos que las aguas bajen para no comprometer la vida de los niños durante su extracción", apuntó el israelí Rafael Arush, del equipo de buceadores voluntarios.

El plan de extracción que tiene más fuerza en las condiciones actuales es que los atrapados buceen durante unos centenares de metros a lo largo de estrechos pasadizos con nula visibilidad, pero acompañados de dos buzos y atados a una cuerda que serviría de guía.

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