Los blancos no pasan del 1-1
Mbappé choca contra un muro en Mallorca y el Real Madrid tropieza en Son Moix
El Real Madrid ha sufrido su primer revés en LaLiga. Los de Ancelotti, en la primera jornada, no pasaron del empate ante un Mallorca que pudo llevarse un mejor botín de Son Moix. Mbappé tuvo dos... que no marcó.
Primera jornada, y primer tropiezo. Primer tropiezo en un torneo, en LaLiga, en el que cada punto cuenta. En el que fallar pasa factura. Así ha sido el debut del Real Madrid. El debut de Mbappé vestido de blanco en el campeonato doméstico. Ante el Mallorca, un auténtico hueso, los madridistas se chocaron con un muro en un partido que terminó 1-1 y en el que Mendy vio la roja directa.
Mucha expectación había por ver a Kylian Mbappé. Por ver al francés en LaLiga. Por ver de nuevo, tras su gol en la Supercopa de Europa ante el Atalanta, a uno de los grandes cracks con la elástica del Real Madrid. Repitió Ancelotti el once de Varsovia ante un Mallorca que fue, como lo era con Aguirre, un buen hueso.
Y es que los baleares dieron las opciones justas a los de la capital de España. Jugaban en casa, y eso siempre es algo que espolea. Varias llegadas tuvieron, pero el Real Madrid empezó a gustarse.
Golazo de Rodrygo
Empezó a combinar. A enlazar jugadas de peligro gracias a un Vinicius que crecía conforme pasaban los minutos y que, en esta ocasión, no se fue del partido a pesar del marcaje duro de Maffeo. El gol, un jugadón.
Combinaron los que deben combinar arriba. Que si Mbappé. Que si Bellingham. Que si Vinicius. Y sí, Rodrygo. Tremendo derechazo que se sacó el brasileño ante el que nada pudo hacer Greif.
Muriqi acierta; Mbappé falla
Así se llegó al descanso. Tras el mismo, el Mallorca volvió a apretar a balón parado. Ahí son fuertes los baleares, y Muriqi puso la igualada para que empezaran las prisas en el Real Madrid.
Para que apareciera, porque debía aparecer, Mbappé. Tuvo un par de buenas ocasiones el francés, pero en ambas Greif, arquero balear, reaccionó a la perfección. Disparos rasos, potentes. Peligrosos. Pero no. El Mallorca, un muro.
Encerrados estaban, conforme avanzaba un Real Madrid que sabe que cada punto cuenta y al que se le iban acabando los minutos. Guler, a escena; Vinicius, al banquillo. Por delante, poco. Muy poco.
Autoexpulsión de Mendy
Pudo ser peor, porque el Mallorca tuvo hasta dos ocasiones claras que habrían supuesto, posiblemente, el zarpazo definitivo en Son Moix.
Le queda todavía trabajo a un Carlo Ancelotti que además pierde por roja directa a Mendy tras una salvaje entrada sobre Muriqi. Ante el Mallorca, en la primera jornada, primer tropiezo... y aquí cada punto cuenta.