Fin al cautiverio

El padre de Luis Díaz, liberado tras 13 días secuestrado

La guerrilla del ELN ha liberado al padre del futbolista 13 días después de que le secuestrasen junto a su mujer, que ya fuera puesta en libertad.

Sin duda, la noticia feliz del día en el mundo del deporte ha sido la liberación de Luis Manuel Díaz, padre del extremo colombiano del Liverpool.

El hombre fue secuestrado por la guerrilla del ELN el pasado 28 de octubre en Barrancas junto a su mujer, Cilenis Marulanda, aunque esta fue puesta en libertad a las pocas horas.

Este jueves, la milicia ha entregado a Díaz a una comisión humanitaria formada por la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas, Iglesia Católica y una delegación internacional de la Cruz Roja.

La Conferencia Episcopal de Colombia ha sido la encargada de dar la noticia: "¡Damos gracias a Dios por la liberación del Sr. Luis Díaz! Con él ya se encuentran Mons. Francisco Ceballos, obispo de Riohacha y Mons. Héctor Henao, delegado para las relaciones Iglesia-Estado, quienes conformaron la comisión humanitaria encargada de facilitar su liberación".

Afortunadamente, Luis Manuel Díaz se encuentra en buen estado y no presenta signos de haber sido maltratado durante su cautiverio.

La Federación Colombiana de Fútbol también ha publicado un comunicado congratulándose por la feliz noticia.

"La Federación Colombiana de Fútbol agradece al Gobierno Nacional, a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional, así como a todas las instituciones y funcionarios que hicieron posible la liberación de Luís Manuel Díaz, padre de nuestro jugador Luís Díaz", señala.

"El fútbol como disciplina deportiva simboliza el talento, la dedicación, el trabajo en equipo y los valores intrínsecos del ser humano. En Colombia debe seguir siendo un referente de entretenimiento, sana competencia, unión y alegría", añade.

"Por ello, insistimos en la necesidad de mantener esta actividad, así como a quienes se involucran en ella, en la parte deportiva y administrativa y sus familias, al margen de cualquier escenario distinto al deportivo. Detrás de una pelota ruedan los sueños e ilusiones de niños y niñas, jóvenes, mujeres, hombres y futbolistas adultos, de sus seres queridos y de un país entero. El fútbol es pasión en paz. Que a nadie se le ocurra volver a atacar esa realidad", zanja.

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