París 2024
El surf olímpico llega a Tahití para surfear la ola más peligrosa del mundo en los Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos de 2024 se mudan de París hasta el Pacífico sur para celebrar la competición de surf. ¿Por qué se celebra en Tahití? Sus olas tienen la respuesta.
París está siendo el escenario del deporte por excelencia en estos primeros días de agosto. Desde que comenzaran los Juegos Olímpicos de 2024, la ciudad gala ha abierto espacios cubiertos y al aire libre para poder llevar a cabo cada una de las disciplinas en las que compiten los deportistas olímpicos este año.
Sin embargo, ni el río Sena ni las playas más cercanas a París pueden acoger al surf, que se incluyó como deporte olímpico allá por 2020 durante los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero sí puede acoger este deporte marítimo los territorios franceses de ultramar.
Por el afán de Francia de mostrar su riqueza y diversidad cultural y de involucrar a todos sus territorios en este acontecimiento, los surfistas olímpicos se trasladarán hasta Tahití, a más de 15.000 kilómetros del epicentro de estas olimpiadas.
¿El motivo? su histórica tradición surfera y la ola de Teahupo'o, una de las más admirables del mundo.
¿Por qué el surf olímpico se celebra en Tahití?
Ubicada en el Pacífico Sur, Tahití es la isla más grande de la Polinesia Francesa. Sus playas paradisíacas y su clima cálido tropical atraen visitas de turistas y amantes del surf a diario.
Sus antiguos guerreros tahitianos ya surfeaban sus olas siglos atrás, los mejores surfistas del mundo se disputan hoy títulos internacionales en las misma agua salada.
El Comité Nacional y Deportivo Olímpico Francés (CNOSF) también se hizo eco de este paraíso del surf y aprovechó su poder sobre el territorio para situarla como capital del deporte en sus Juegos Olímpicos. Sin duda, un desafío absoluto al nivel de la élite olímpica, ¿por qué? por sus increíbles olas.
Teahupo'o y las peligrosas olas de Tahití
Las olas en Teahupo'o no superan en tamaño a la mítica ola de Nazaré (Portugal), con una altura de entre 10 y 15 metros, la peculiaridad de estas olas reside en el lugar hasta el que llegan sus espumas y la peligrosidad que supone entrar en sus tubos.
El desafío para los surfistas olímpicos en Tahití reside la velocidad y agilidad con la que se entra y sale del interior de la ola. Cada surfista deberá recorrer la ola antes de que llegue al arrecife colosal y poco profundo en el que terminan. Eso, al menos, si no quieren poner en riesgo su vida: el impacto al caer de la tabla en esta zona puede suponer la muerte, si no graves heridas por el roce con el coral.
Para muchos, la ola de Tahupo'o es única en su especie y los expertos avisan: requiere de muchas horas de entrenamiento en olas fuertes para poder surfearla.