"Pensé que se me había ido la olla"

La dura reflexión de Jorge Martín sobre su llegada a MotoGP: "Ese no era yo"

El campeón del mundo ha querido repasar toda su carrera y todos los cambios que el deporte profesional, la fama y el dinero le han provocado a lo largo de toda su trayectoria.

Jorge MartínGetty

Llegar a dedicarse profesionalmente al motociclismo es una tarea al alcance de muy pocos. Muchos de los que corren en las categorías de Moto3 y Moto2 pagan por competir y si no se consiguen patrocinadores es muy complicado mantenerse en la élite.

Jorge Martín ha repasado toda su carrera para hacer hincapié en este aspecto en concreto. El madrileño se ha sincerado sobre como empezó a gestionar su llegada al motociclismo profesional y todo lo que vino con ello, en especial, el dinero.

"En Moto3 yo ya ganaba dinero. En cuanto subí al Mundial, con Aspar, yo ya tenía mi contrato, no me acuerdo pero igual eran 30 o 40 mil euros. Pero de la categoría, el 60 por ciento paga y el 40 por ciento gana algo. En Moto2 diría que es al revés, el 60 por ciento gana dinero", asegura Jorge en unas declaraciones realizadas en el podcast 'Tengo un plan'.

Llegar a MotoGP

Alcanzar la categoría reina supone un cambio tremendo en la vida de un piloto. Los sueldos y la fama aumentan considerablemente. Martín explica cómo alcanzó la élite del motociclismo: "Y en MotoGP, llegas ganando menos, porque lo que quieres es llegar. Y puedes ganar desde 600.000 hasta los 12 millones por año que se han llegado a ganar".

"Cuando subí a MotoGP, me quedé soltero, gané en Austria mi primera carrera... Y empecé a salir de fiesta. Yo nunca había salido mucho, la verdad, pero empecé a bajar a Barcelona para ir de fiesta. Recuerdo que llegaba un domingo de carreras y me iba a Barcelona de fiesta. Volvía a entrenar a Andorra, y el fin de semana volvía a Barcelona de fiesta. Otra carrera, y así", aseguró Martín.

El campeón del mundo desveló qué fue lo que le hizo llegar al límite: "Llegó un momento en el que en una discoteca llegó una cuenta, que no voy a decir cuánto fue, pero cuando la vi pensé, 'se te ha ido la olla, ¿qué haces aquí?'. La pagué, pero desde ese día hubo un cambio en mí. Ese no era yo".

"Volví un poco a mis raíces y pensé que eso no podía hacerlo. Ahí corté y se acabó. A los meses conocí a María, a mi novia, y eso me ha ayudado a mantener la cabeza. Pero es muy fácil perderte", concluyó Martín.