Pie abajo para pasar del 7º al 5º
La enésima lección de magia de Fernando Alonso en la F1: su increíble salida en Francia
Fernando Alonso volvió a dejar su impronta en una salida de Fórmula 1. El asturiano se marcó una salida 'made in Alonso' para adelantar a Norris y a Russell en Francia. Terminó sexto.
Fernando Alonso ha vuelto a demostrar que eso de cumplir años le sienta bien. Le sienta bien a bordo de un Fórmula 1. Le sienta bien porque cuanto más tiempo pasa parece estar en un mejor momento de forma. En Francia tiró de veteranía, de ser 'zorro viejo' en el Gran Circo, para marcarse una salida que es una de las mejores que ha firmado en su larga carrera en el Mundial.
Porque en Paul Ricard, en la casa de Alpine, Alonso dejó claro que le quedan todavía muchos trucos de magia bajo la manga. Que tiene más ases. Que aunque creamos que hemos asistido a todas las lecciones de cosas imposibles sigue haciendo fácil lo que para otros es más que complicado.
Que se lo digan a Lando Norris. Y también a George Russell. Que se lo digan a los boxes de McLaren y de Mercedes cómo se debieron quedar cuando vieron a Alonso, con el coche azul y rosa, pasarles como si fueran simples conos en el asfalto de Paul Ricard en cuanto se apagó el semáforo.
Pie abajo... y quinto
En cuanto dio inicio una carrera marcada en rojo para él y para Alpine. Ni dos kilómetros se llevaban cuando Alonso pasó de ser séptimo a quinto con una maniobra espectacular en la que mantuvo el pie abajo por el exterior para dar buena cuenta de Norris y de Russell.
Para colocarse quinto tras la estela de Sergio Pérez, que ni hizo precisamente su mejor arrancada, y tratar de abrir brecha con el Mercedes de Russell. George tenía más ritmo, y finalmente le superó.
No le vino mal, porque se quedo en su DRS durante varias vueltas y pudo abrir distancia con Lando Norris. El de McLaren, directamente, no fue rival para Fernando en momento alguno de la carrera.
Norris no fue rival
"Quiero mantener a Norris cerca para que destroce sus neumáticos", llegó a decir por radio a Alpine cuando le avisaron de que se le acercaba.
Lo cierto es que en cuanto quiso apretar y abrir hueco lo hizo, para firmar finalmente una más que meritoria sexta plaza tras los coches a priori inalcanzables salvo que pase algo. Salvo que, por ejemplo, Charles Leclerc, estrelle su Ferrari contra las protecciones.
Max Verstappen se hizo con el triunfo, en un podio completado por los Mercedes de Hamilton y de Russell. Sergio Pérez fue cuarto y Carlos Sainz terminó quinto.