Nueva pifia de Ferrari
La inédita sanción a Leclerc por usar neumáticos de lluvia sobre la pista seca en Canadá
El piloto monegasco montó las gomas intermedias en la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Canadá cuando aún no se habían declarado condiciones de lluvia.
Charles Leclerc está, para bien y para mal, en boca de todos desde hace varias semanas. El piloto de Ferrari ha recibido elogios por parte de todo el 'paddock' por su impresionante victoria en el Gran Premio de Mónaco, pero en Canadá está mostrando la otra cara de la moneda.
Fueron varios los pilotos que se quejaron de que el monegasco le molestó en ambas sesiones de entrenamientos libres este viernes. Fernando Alonso fue el que lo hizo de forma más enérgica, asegurando que Leclerc era "el piloto más lento de todos" y que lo de bloquear a los rivales ya es marca de la casa. "Es típico de Ferrari", aseveró por la radio el asturiano.
Pero ese no fue, ni mucho menos, el mayor de los problemas en los que se vio envuelto Leclerc en el inicio del GP de Canadá, ya que al inicio de la segunda sesión de entrenamientos libres Ferrari volvió a protagonizar un momento esperpéntico.
La sesión había comenzado sobre un trazado seco, pero a los pocos minutos empezaron a caer las primeras gotas sobre el Circuito Gilles Villeneuve. Sin embargo, el trazado apenas se estaba mojando y los demás pilotos seguían montando gomas lisas.
Ferrari apostó por sacar a Leclerc a la pista con neumáticos intermedios pese a que aún no había salido el anuncio del director de carrera que autoriza a montar estas gomas. Al darse cuenta, el equipo italiano le pidió a su piloto que volviese a boxes, algo que dejó perplejo a un Charles que no entendía lo que estaba pasando.
Pocos segundos después, apareció la notificación de pista húmeda, y en ese momento, todo el mundo se dio cuenta del error garrafal que había cometido Ferrari saltándose el reglamento.
5.000 euros de multa
En la 'Scuderia' temían que les cayese una sanción severa, ya que esta infrección habría conllevado una descalificación si se hubiese cometido en carrera. Sin embargo, los comisarios acabaron quitándole hierro al asunto para imponerle a Ferrari una multa de 5.000 euros, la más baja que recoge el reglamento.