Ahora, no se despega de Schumacher
Jean Todt relata la "dramática situación" de Ferrari en 1993: "Lo único bueno era la comida"
El actual presidente de la FIA ha narrado la paupérrima situación que se encontró en Ferrari cuando aterrizó en Maranello en 1993.
Ferrari atravesó una de sus peores etapas en la década final del siglo XX. Ya quedaban muy lejos los años dorados de Niki Lauda, Alain Prost no logró ser campeón con la 'Scuderia' y el monoplaza estaba en franca decadencia en relación a los avances del momento.
Fue entonces cuando Jean Todt, actual presidente de la FIA y director de Peogeut Sport entonces, aterrizó en Maranello en 1993 para dar un giro de 180 grados a la situación.
Tras un arduo trabajo de un lustro, sumado a la renovación del coche y al fichaje de Michael Schumacher, el 'Cavallino Rampante' volvió a brillar con la llegada del nuevo siglo, sumando seis títulos de constructores desde 1999.
En una entrevista al 'Corriere della Sera', Jean Todt ha recordado qué Ferrari encontró cuando fichó por el equipo rojo: "Son épocas y empresas diferentes. Llegué en julio de 1993 y la situación en Maranello era dramática. El coche, diseñado en Inglaterra, se rompía, el túnel de viento tuvimos que alquilarlo. Las oficinas de diseño estaban vacías. Lo único bueno era la comida".
Extrapolando la situación a la clara mejora de Ferrari en la presente campaña una vez finalizada la sanción de la FIA, Todt ve a la escudería en buena dirección: "Nuestro deporte necesita un Ferrari fuerte, el progreso parece interesante".
No se separa de Michael Schumacher
Paralelamente, el presidente de la FIA ha señalado que ve muy a menudo al 'Káiser', íntimo amigo: "Estoy orgulloso de haber creado el instituto de investigación del cerebro y la médula espinal al que contribuyó Michael Schumacher. Veo a Michael al menos dos veces al mes. No lo dejo solo".
"Él, Corinna (Schumacher, esposa del piloto), la familia... hemos tenido muchas experiencias juntos. La belleza de lo que hemos vivido es parte de nosotros y continúa", ha añadido.
Sobre el hijo del heptacampeón, lastrado ahora por la poca potencia del Haas, afirma tener los valores del padre: "Mick es humilde y educado. Por ahora, sus ambiciones están limitadas por un coche no competitivo".