Y con ese Aston Martin...
La 'jugadita' de Fernando Alonso a Max Verstappen en la última vuelta del GP de Austria
Fernando Alonso hizo lo que pudo con lo que tenía en Austria. Con un Aston Martin que da para lo que da en este momento de la temporada, acabó abajo en el Red Bull Ring... pero quitándole algo a Verstappen.
Vaya carrera ha vivido Fernando Alonso en Austria. Vaya carrera complicada ha tenido. Desde el primer momento en que puso un pie en Austria. Desde que el Aston Martin colocó sus cuatro ruedas en el asfalto del Red Bull Ring. Porque el coche es lo que es en estos momentos. Porque no había más. Porque los puntos eran una misión casi imposible. Fueron una misión imposible.
No había ritmo. Ninguno. No había nada a destacar de un monoplaza que además contaba con una unidad de potencia a medio gas. Lo único que tenían era a Alonso. Lo único a lo que Aston Martin podía agarrarse en Austria era a lo mismo de siempre. Al mismo de siempre.
Al milagro de prácticamente cada fin de semana. Uno que por poco. Uno que, eso sí, se difuminó por completo cuando Fernando se llevó por delante a Guanyu Zhou en la curva 3. En esa curva 3. En la de la radio de Aston Martin. En una acción que le costó 10 segundos de sanción.
Y de repente...
Desde la 15ª plaza. Con un coche sin ritmo. Con un motor que no estaba al cien por cien. Y con una sanción de diez segundos. A mucho se enfrentó Fernando en Austria. A mucho, demasiado, en una carrera que, eso sí, acabó con al menos una buena nueva para él.
Porque se llevó la vuelta rápida. Porque cambió neumáticos para buscar algo que no le iba a servir de nada al no estar entre los diez primeros. Pero la quería. La querían. La buscaron. Y la encontraron. La lograron arrebatando ese honor, ese punto, a Max Verstappen.
A un neerlandés que se queda sin sumar otra unidad en casa por un Fernando Alonso que en ese último giro calzó blandas para marcar un 1:07.694 con un Aston Martin que... que no era precisamente el coche más rápido y confiable de toda la parrilla de Austria.
A saber lo que sería capaz de hacer con un coche capaz. Con un coche competitivo. Con uno con el que pelear por la zona noble. Con un coche como el que tenía a comienzos del año pasado. En Silverstone todo hace indicar que la historia que se ha vivido en Barcelona y en Austria va a repetirse de nuevo.