"No respetan el espacio que necesitamos"

Los pilotos de F1 dicen 'basta' al acoso de la afición en México: "Ni me he atrevido a salir del 'hospitality'..."

Varios pilotos se han quejado de la dificultad que tiene para ir por el paddock sin que los aficionados locales les agobien.

En breve

La afición en el Gran Premio de México siempre se ha caracterizado por ser una de las más grandes y fervientes de todo el calendario. Sin embargo, para algunos pilotos de la Fórmula 1, ese entusiasmo ha pasado el límite del respeto y del espacio personal.

Como es habitual, la F1 ha vendido entradas para que algunos espectadores puedan ir por el paddock, tradicionalmente exclusivo para equipos y pilotos. Sin embargo, en México, la actitud de los aficionados ha empezado a agobiar a muchos pilotos, que no pueden andar de sus 'hospitalies' a sus boxes sin que los aficionados les agarren para fotos y no les dejen avanzar.

El nivel de agobio ha sido tal que muchos pilotos utilizaron el 'hospitality' de la FIA tras la clasificación para evitar el encuentro con los fans y poder llegar tranquilamente a las respectivas zonas de sus equipos, de los cuales varios ya han contratado seguridad privada para evitar riesgos.

"Es cierto que hay mucha gente en el paddock. Es bueno porque demuestra que hay mucho más interés en la F1. Siempre ha sido una locura aquí, pero este año lo está siendo más", afirmó Charles Leclerc. Su compañero, Carlos Sainz, tuvo hasta que pedir a los aficionados un poco de calma: "Me encanta tener a los aficionados a mi alrededor y animándonos. Supongo que al ser latinos tenemos una especie de relación especial con el público. Solo les pido que mantengan la calma, que estamos en un paddock, que no empujen o no griten demasiado".

Más duro fue Pierre Gasly, que reconoció que le estaba costando la convivencia con los aficionados mexicanos: "Dejar entrar a la gente está bien, pero es cierto que algunos invitados a veces no respetan el espacio que necesitamos. La gente está entrando en los garajes antes de la clasificación y pidiendo fotos cuando ni siquiera son de nuestro equipo. Estamos trabajando y atendemos a los fans cuando podemos".

"Este fin de semana no me he atrevido a salir del 'hospitality' porque si lo haces te acosan. Ayer llegué aquí con la mochila abierta en la que llevaba el pasaporte y ni me había dado cuenta. Lo hablamos en el 'briefing' de pilotos. Es estupendo que haya fans, pero tal vez haya que encontrar la manera de que entiendan donde están los límites y cuando deben darnos un poco más de espacio", añadió el francés.

Hasta Lando Norris, caracterizado por ser de los pilotos más amables y sonrientes del paddock, comentó la difícil situación que están viviendo en el circuito Hermanos Rodríguez: "Me encanta tener aficionados aquí, especialmente cuando son niños. Pero la gente que es más mayor no está teniendo respeto por nuestro espacio personal. Deberían sentirse afortunados de estar en el paddock tan cerca de nosotros. Para nosotros es más fácil ir por la puerta de atrás y no firmar nada, pero es algo que queremos hacer, igual que poder caminar por el paddock. Es necesario que la gente respete y sepan donde están los límites".

El compañero de equipo del británico en McLaren, Daniel Ricciardo, compartía su opinión: "Estar en el paddock y tener un pase VIP es un privilegio. Creo que hay que actuar con madurez y tener respeto. Y no siempre se ha mostrado este año. La gente pierde la cabeza".

El australiano acompañó sus declaraciones con una sugerencia de poner unas normas para acceder al paddock: "Si todo el mundo se limita a decir 'por favor' y 'gracias', seguiremos dándole eso a cambio (fotos y autógrafos). Se acercan corriendo, no dicen nada, hacen la foto y se van. Tal vez ayude establecer unas pautas. Podría haber un intervalo en el que no pudiesen acercarse, como 15 o 20 minutos antes de que empiece una sesión. Necesitamos tener una cierta tranquilidad para poder ponernos al volante de estos coches.

En cambio, el jefe de equipo de ambos, Andreas Seidl, afirmó que este ambiente es positivo: "Cuando dejé la Fórmula 1 en 2010, probé los paddocks del DTM, WEC o Le Mans y era mucho más divertido porque estaba abierto para los aficionados. Cuando volvía aquí, el ambiente era estéril y demasiado tranquilo. Este camino es el correcto".

Sin embargo, el jefe de McLaren reconoció que en México la situación se ha ido de las manos: "Aquí es demasiado extremo. Tenemos que tener una buena discusión con la F1 y ver cómo podemos asegurarnos de tener un cierto nivel de respeto. Estoy seguro que se podrán en marcha las medidas adecuadas a corto/medio plazo".

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