GRUPO G | INGLATERRA 6 - 1 PANAMÁ

Inglaterra exhibe su pegada ante Panamá y mantiene su duelo con Bélgica por la primera plaza

Con cinco goles en la primera parte y uno de Kane en la segunda, Inglaterra consiguió una abultada victoria que le permite estar en la pelea con Bélgica por la primera plaza, por la que lucharán en su último partido de la fase de grupos.

Inglaterra, con un triplete de Harry Kane, aplastó y eliminó a Panamá con una goleada escandalosa (6-1) y se clasificó para los octavos de final del Mundial de Rusia tras pasar por encima de un rival menor que engrandeció la candidatura británica a llegar lejos en el torneo.

Tal vez Panamá no sea el rival perfecto para calibrar las prestaciones de una selección joven, con futuro y que hace tiempo quiere dar un puñetazo encima de la mesa para romper con décadas de sequía. Aquel título de 1966 ya parece prehistórico y hay ansiedad para, por lo menos, ilusionar.

Aunque el conjunto centroamericano es de los más débiles del torneo, los hombres de Gareth Southgate consiguieron que los focos les apuntaran por un día después de firmar un partido irregular ante Túnez que salvó Harry Kane en el último suspiro. El seleccionador Hernán "Bolillo" Gómez avisó en la víspera del choque del peligro del combinado británico.

Quería orden, mucho orden entre sus jugadores, que en su estreno ante Bélgica, aunque perdieron 3-0, dieron una buena imagen. Y, además, lanzó muchos piropos a su rival y llegó incluso a reconocer que desde siempre ha sido su selección favorita.

Lluvia de goles

Pues su selección favorita, con Dele Alli fuera de la alineación por una molestias musculares, propició al "Bolillo" un espectáculo que seguramente apreciaría como espectador desde la televisión o desde la grada pero que desde el banquillo le dejó sin habla.

Panamá sólo aguantó cinco minutos, en los que se atrincheró en su campo y consiguió firmar un contragolpe que no acabó bien porque Anibal Godoy mandó a la grada un disparo bastante claro. Excepto otro intento posterior de Edgar Bárcenas, Panamá no hizo nada más en los primeros 45 minutos. La culpa la tuvo John Stones.

Su tanto a la salida de un córner con un cabezazo certero a los ocho minutos acabó con las opciones de su rival, que con un gol en contra y con la necesidad de alargar sus líneas, se convirtió en un coladero. "Bolillo" se encontró muy pronto con el peor escenario posible. Su equipo, por detrás en el marcador, se descolocó y comenzó la catarata de goles y buen juego inglés.

Y, el primero en apuntarse otro tanto, fue Harry Kane, que no falló un penalti cometido por Fidel Escobar sobre Jesse Lingard. Luego, el propio Lingard, con un disparo precioso desde fuera del área, se unió al festival, que continuó Stones con un gol procedente de una buena jugada ensayada de falta. Punto para Southgate con un tanto de los que gustan a los entrenadores y que son el fruto del trabajo bien hecho.

Y, finalmente, Kane, otra vez de penalti, cerró la cuenta antes del descanso. El 5-0 fue una losa brutal para Panamá, que tenía 45 minutos de pesadilla por delante. El objetivo, claramente, era morir con dignidad, sin más sobresaltos. Una suma mayor de goles podía ser humillante y eso había que evitarlo a toda costa. Por lo menos, el equipo de "Bolillo" consiguió asentarse en el campo y controlar la pelota en algunas fases.

Panamá, eliminada

Inglaterra también cambió de marcha y dio un paso atrás, pero aún así se encontró, casi sin querer, con el sexto. Lo hizo otra vez Kane tras desviar un disparo de Ruben Loftus-Cheek y que necesitó de la ayuda del VAR para comprobar que no era fuera de juego.

Al final, su quinto gol del Mundial subió al marcador y ya está por delante de Cristiano Ronaldo y de Romelu Lukaku, que suman uno menos. Aún quedaba media hora para el final del choque, todo un suplicio para Panamá, que intentó por lo menos marcar el gol del honor y el primero en un Mundial de su historia.

Primero lo pudo lograr Michael Murillo, sin duda el mejor jugador de su equipo. Es un lateral derecho con recorrido, calidad y futuro. Y pudo marcar, pero lo evitó Jordan Pickford, que después no fue capaz de parar un remate de Felipe Baloy tras el saque de una falta. Baloy, inscribió su nombre en la historia de su país.

No hubo mucho más. El calor sofocante de Nizhny Novgorod no invitaba al esfuerzo. Todo estaba decidido, los minutos pasaron e Inglaterra consiguió la clasificación con una goleada de escándalo. Ahora, espera Bélgica, su primer rival de entidad y que medirá la capacidad de un equipo joven y atrevido que mandó a casa a un novato que por lo menos hizo historia jugando un Mundial.

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