Tokio 2020
Maialen Chourraut conquista la medalla de plata en el K-1 de aguas bravas
La guipuzcoana logra la tercera medalla de la delegación española en el K1 después de una final igualadísima.
Y Maialen Chourraut lo volvió a hacer. Otra medalla para la guipuzcoana, la tercera para la delegación española en los Juegos Olímpicos de Tokio, tras las de Adriana Cerezo y David Valero.
La piragüista fue plata por detrás de la alemana Ricarda Funk, que se llevó la medalla de oro. La australiana Jessica Fox, la gran favorita de la prueba, se quedó con el bronce.
Maialen, campeona olímpica en Río de Janeiro y bronce en Londres 2012, volvió a colgarse otro metal al cuello en una prueba igualadísima que se decidió por apenas unas centésimas. Antes, en la prueba de semifinales, se clasificó para la mencionada final con un séptimo tiempo que hacía prever el sufrimiento de la gran prueba.
Su final fue de menos a más, con un inicio errático pero con remontada final. Su tiempo al paso por meta solo fue mejorado por Funk, uno de los grandes talentos de las aguas bravas y que acudía a Tokio con el cartel de favorita junto a Fox.
La vasca de 38 años logra este ansiado metal tras uno de los momentos más complicados de su carrera deportiva, con constantes problemas físicos que le llegaron incluso a plantearse su participación en la cita de Tokio. Pero Maialen estuvo allí y volvió a conquistar otra medalla para España, la tercera olímpica para ella en sus cuartos Juegos Olímpicos.
"He sufrido bastante en los últimos tiempos. Objetivo cumplido, más que cumplido", fueron las primeras palabras de la vasca tras lograr la tercera medalla española. "Todas las medallas son diferentes. El oro de Río es lo más, pero ésta ha sido muy especial porque la he peleado hasta el último momento aun sabiendo que era muy difícil conseguirlo", ha expresado.