Más de 40 años de historia
Pasado y presente de los ultras del Atlético de Madrid: asesinatos, amenazas y asaltos a entrenamientos
Los seguidores más radicales llegaron a provocar la suspensión del derbi madrileño con un lanzamiento de objetos sobre Courtois. Es el último de un largo historial salpicados por las muertes de 'Jimmy' o Aitor Zabaleta. O los amedrantamientos de 2005.
El sector del Estadio Civitas Metropolitano donde se ubica el grupo ultra del Atlético de Madrid, el Frente Atlético, protagonizó en el último derbi madrileño una imagen dantesca que transporta a los años 80-90. En el minuto 69, tras marcar Militao el 0-1 y después de haber deseado la muerte al portero madridista Thibaut Courtois, este se giró a la grada para celebrar el gol de su equipo. En ese momento los energúmenos entraron en acción con una lluvia de objetos que llevó a parar el partido.
Revisando las imágenes se puede apreciar como uno de los radicales, que llega a saltar al campo, va cubierto con unpasamontañas que lleva serigrafiada una imagen conocida como 'Totenkopf', o lo que es lo mismo, la insignia de las SS del ejercito nazi. Además, se puede ver una pancarta en la que se lee '1982', año de fundación del grupo, así como sus símbolos y anagramas en las banderas.
El Frente Atlético pese a seguir presente en el estadio colchonero, se suponía que había sido expulsado del mismo hace 10 años, después de la batalla campal en Madrid Río que acabó con la vida de 'Jimmy', otro seguidor radical del Deportivo de la Coruña. No es el único asesinato con el que cargan a sus espaldas, el 8 de diciembre de 1998, después de un Atlético de Madrid-Real Sociedad, el ultra colchonero Ricardo Guerra apuñaló mortalmente a Aitor Zabaleta de tan sólo 28 años. Guerra fue condenado a 17 años de prisión.
Pero en su haber no sólo hay agresiones a miembros de otros equipos. En 2005, y con total impunidad, asaltaron el entrenamiento del equipo para recriminarle sus malos resultados: "¿Os parece bonito como habéis jugado con toda la afición del Atleti?", les espetaron.
Casi 20 años después, se vuelve a ver a jugadores y ultras hablando y negociando aunque, en teoría, deberían llevar años fuera del estadio. Pero, lejos de eso, les vemos activos en redes sociales. Organizando recibimientos, vendiendo camisetas con su nombre y simbología y hasta publicando una revista propia.