Por séptima vez
El Sevilla sufre pero logra pasar a la final de la Europa League y se medirá a la Roma en Budapest
Erik Lamela, a los cinco minutos de iniciarse la prórroga, deshizo el empate a uno con el que acabó el tiempo reglamentario y puso el 2-1, lo que le da al Sevilla para clasificarse para la final de la Liga Europa en Budapest.
El Sevilla FC apeó a la Juventus este jueves con un 2-1 en la vuelta de semifinales de la Liga Europa para aspirar a su séptimo título, una remontada rubricada en la prórroga, que forzó Suso y aprovechó Lamela, al calor del Ramón Sánchez-Pizjuán.
El equipo de José Luis Mendilibar llevó el credo del técnico vasco hasta la final del día 31 de mayo en Budapest, contra la Roma, y compitió como 'dueño' del torneo. Los galones aquí los lleva el Sevilla y no una 'Juve' que se adelantó por medio de Vlahovic pasada la hora de encuentro. Un golazo de Suso hizo justicia y, en el tiempo extra, el Sánchez-Pizjuán volvió a celebrar con el 'Coco'.
No dejó goles el primer tiempo, pero sí intensidad de partido grande. La Juventus, en territorio Sevilla por el escenario y la competición, demostró el hambre de sus jóvenes y el peso de su camiseta para aguantar el envite andaluz. Con la pasión del rojo en la grada, el equipo de 'Mendi' repitió el arranque del United.
Ambos equipos intercalaron el dominio y las ocasiones, pero el cuadro local fue mejor a los puntos, y reclamó un penalti al borde del descanso. Rakitic repitió recital en el centro del campo, con presión y compromiso personalizados en Bryan Gil y Oliver Torres. Tras el descanso, llegaron los goles y otro capítulo europeo de un Sevilla que buscará el siete de siete en la final de Budapest.
Con la recuperación arriba de los suyos, Nervión alargó la euforia inicial con el dominio y las llegadas. La 'Juve' se quitaba el balón de encima mientras al Sevilla le faltaba precisión en los centros. Fagioli, que no terminó el primer tiempo por lesión, dejó la primera visitante, más clara aún en el córner de seguido.
Gatti remató solo 'al muñeco' de Bono, demostrando los de Allegri tener sus armas a pesar de tener un papel defensivo en el Pizjuán. Los de Mendilibar recuperaron la posesión, con calma buscando huecos, aunque obligado a los centros por banda. De nuevo, Navas no encontró a En-Nesyri, pero finalmente sí a Ocampos.
El remate abajo del argentino se quedó medio balón fuera de la línea, tras un paradón de Szczesny, y aún antes de la media hora, Di María tuvo un mano a mano mal aprovechado como réplica italiana. Siguieron las ocasiones de Rakitic para un Sevilla con las ideas claras, aunque la apuesta de Allegri por Kane también funcionaba.
No paró el intercambio hasta el descuento, cuando el Sevilla reclamó un penalti de Cuadrado a Oliver, y tampoco con el inicio del segundo tiempo. Rabiot y Bremer dejaron sendas ocasiones italianas, una Juventus que se esforzó para mantener por bandas el ataque local. En-Nesyri, que no encontró un remate bueno hasta el 90', no explotó su momento, mientras Mendi buscaba el hueco por dentro. Suso y Lamela fueron los cambios del vasco, después del error que costó el 0-1 de Vlahovic.
La séptima final se alejó por momentos, con una Juve en sequía europea pero con la sartén por el mango. El Sevilla no dejó de apretar y, en el robo arriba, Suso se pidió el balón para mandarlo a la escuadra (1-1) a 20 del final. Los de Mendilibar quisieron el protagonismo, morder sin mirar el depósito, y tuvieron de nuevo pegada.
Ya en la prórroga, Chiesa amenazó con el gol italiano pero fue Lamela quien vio puerta de cabeza, a centro de Bryan Gil, definitivo pese a que los de Allegri buscaron el gol postrero como en Turín (1-1) jugando con uno más por la segunda amarilla a Acuña. Dos meses con el técnico vasco y el Sevilla no tiene rival, escalando en Liga tras coquetear con el descenso, y autoritario de nuevo por Europa
Su padre, indignado
Obligan a un niño de cinco años a quitarse la camiseta del Espanyol para poder entrar en el campo del Girona
"El bebé se ha tenido que quitar la camiseta del Espanyol porque dicen que con ella no puede entrar. Terriblemente peligroso. Pueden morir todos. Un niño de cinco años", se escucha decir a su padre.