La sensación del torneo
Joao Fonseca admite que la presión pudo con él en Australia: "He estado muy nervioso..."
El joven tenista brasileño, que se ha convertido en la sensación del torneo, reconoce que en su derrota contra Lorenzo Sonego sintió la presión.
Ya se ha despedido del Open de Australia, pero se ha convertido en la sensación. El brasileño Joao Fonseca, de sólo 18 años, ha mostrado en el primer grande del año que es un tenista a tener en cuenta. Tumbó a Rublev en primera ronda con algunos puntos increíbles. Y los expertos le ven capaz de llegar a lo más alto en pocos años.
Pero todavía tiene mucho por aprender, claro. En su derrota en cinco sets contra Lorenzo Sonego reconoció que le pudo la presión.
"No he jugado a mi mejor nivel hoy, estaba muy nervioso en el segundo y en el tercer set. Luché hasta el final. No es el resultado que quería, pero han sido dos buenos partidos, un gran inicio de año. Ganar 14 de 15 partidos es increíble. Ahora toca trabajar más duro para estar preparado para estos partidos. Hoy la experiencia le ha ayudado a Lorenzo. Trabajaré para mejorar en el resto de la temporada", dijo después de caer eliminados.
Porque las expectativas tras el primer día no le ayudaron: "Las expectativas aumentaron después de ganar a Rublev, la gente hablaba más sobre mí... Mis expectativas también crecieron. Estaba más nervioso que en el partido contra Rublev. Ya había ganado a Sonego anteriormente. No voy a mentir, estaba nervioso. Hoy la experiencia ha sido la gran diferencia".
Pero su aventura no ha hecho más que empezar. Ahora ansía volver a disputar grandes torneos como ha sido este de Melbourne: "Jugar en el circuito es mi sueño, el circuito real donde juega el Top 50. Los Masters 1000, ATP 500, ATP 250... Quiero vivir jugándolos".
"Tengo ganas de unirme al Top 100, jugar en los grandes torneos, ganarme mi sitio en el circuito y seguir trabajando para mejorar. El cielo es el límite. Necesitas trabajar muy duro para conseguir tu sueño, el mío es ser número uno del mundo", dice para cerrar un Fonseca al que el circuito de tenis ya vigila muy de cerca.