LA COMPAÑÍA PIERDE UN TERCIO DE SU VALOR EN BOLSA
Así se destapó el fraude de Volkswagen
No fue un gobierno ni una gran organización. Quien ha destapado el escándalo de Volkswagen, que ha perdido un tercio de su valor en Bolsa en pocos días, fue un grupo de investigadores independientes. Los investigadores descubrieron el fraude gracias a un proyecto iniciado en 2013 que tenía el objetivo de evaluar las emisiones contaminantes de los vehículos en circunstancias reales de funcionamiento.
El trucaje de las mediciones de emisiones hecho por Volkswagen en millones de vehículos pasó desapercibido durante años, hasta que un grupo de investigadores de la universidad estadounidense de Virginia Occidental y el Consejo Internacional del Transporte Limpio (ICCT) descubrieron el fraude.
La investigación se inició en 2013 dentro de un proyecto "para evaluar las emisiones" en circunstancias reales de funcionamiento de los vehículos ligeros diesel en Estados Unidos. Para ello, los investigadores realizaron pruebas de emisiones en tres vehículos: Volkswagen Jetta, Volkswagen Passat y BMW X5.
Los investigadores detectaron que en las pruebas, hechas en rutas con cinco características diferentes de conducción, desde urbanas hasta rurales, las emisiones de óxido de nitrógeno del Jetta fueron entre 15 y 35 veces superiores a los límites establecidos por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de EEUU.
En lo referente al Passat, las emisiones fueron entre 5 y 20 veces superiores, mientras que en el caso del modelo de BMW, las emisiones estuvieron dentro de los parámetros de la EPA. Sin embargo, las emisiones de los vehículos de Volkswagen cuando el automóvil estaba estacionado se situaban en los límites de las normativas.
La información obtenida por los investigadores sobre las discrepancias fue remitida en 2014 a las autoridades estadounidenses, tanto a la EPA como a la Agencia de Protección Medioambiental de California, que iniciaron sus propias investigaciones.
Según los investigadores, la única respuesta a estas discrepancias es el software que hoy en día está instalado en todos los vehículos para controlar el funcionamiento de sus motores.
El software detectaría cuando el vehículo es probado para determinar sus emisiones y activaría un ciclo del motor que reduce las emisiones de óxido de nitrógeno, un gas que es responsable del humo y contaminación de las ciudades.
Los investigadores no saben si el software detecta la falta de movimiento del volante o la desconexión del sistema de control de tracción, dos circunstancias que se producen cuando los vehículos son sometidos a pruebas estacionarias de emisiones. Volkswagen no ha revelado todavía cómo funciona el software que permite trucar las emisiones.