¿EL COCHE ELÉCTRICO ES MÁS BARATO?

Diésel, gasolina o eléctrico, ¿con qué vehículo es más barato recorrer 100 kilómetros?

Pese a que la inversión inicial es mayor, la rentabilidad a largo plazo de un vehículo eléctrico es innegable. Recorrer 100 kilómetros puede ser cinco veces más barato con un eléctrico que con uno de combustión.

El coche sigue siendo la forma más común para desplazarse en España y, con el último anuncio del Gobierno, que prevé acabar con los vehículos de combustión en 2040, son muchas las dudas sobre la rentabilidad de comprar un coche eléctrico.

Al analizar el coste de un trayecto entre distintos tipos de vehículos, los datos son claros: recorrer 100 kilómetros en un coche eléctrico puede salir cinco veces más barato que hacerlo con uno de combustión, pero no siempre.

El consumo medio de un coche eléctrico a los 100 kilómetros se sitúa entre los 12 y los 20 kilovatios por hora (kWh) y, para conocer el precio de recarga, es fundamental saber si se puede disponer de un cargador en casa o en el trabajo o, si por el contrario, hay que acudir a electrolineras.

Tener un enchufe en tu plaza de garaje es fundamental para conseguir una mayor rentabilidad en este tipo de vehículos. Si cargas la batería del cocheaprovechando la discriminación horaria, de 22:00 a 12:00 horas, el kWh sale mucho más barato; puedes recorrer 100 kilómetros con un coste que varía entre 90 céntimos y 1,20 euros.

Si comparamos ese importe con el de un vehículo de combustión los datos son esclarecedores: el gasto medio se sitúa en unos 5 litros cada 100 kilómetros. Lo que se traduce en un coste de entre 5 y 6 euros con combustible diésel y casi un euro más con gasolina. (Actualmente el precio del litro de Gasóleo A se encuentra en torno al 1,15 euros y el de gasolina Sin Plomo 98 alrededor de 1,30 euros).

Sin embargo, los datos varían mucho si recargamos el coche en un punto de pago. En este caso, con una carga realizada en media hora, el precio de recorrer 100 kilómetros se equipararía e incluso superaría lo que cuesta hacerlo con uno diésel o gasolina.

Cabe destacar que, si disponemos de un vehículo eléctrico, hay algunos puntos de recarga gratuitos. Por ejemplo, los que habilitan algunos fabricantes, los del Metro de Madrid o los que proporcionan a sus clientes algunos centros comerciales.

Aunque el objetivo es que este tipo de puntos de recarga se utilicen de forma puntual. Lo óptimo es que cada coche eléctrico disponga de un enchufe propio en su plaza de aparcamiento, previa autorización de la comunidad de vecinos. El Gobierno y las Comunidades autónomas ya han comenzado a fomentar ayudas para la instalación de puntos de recarga como ocurre con el plan VEA.

  • No todo son ventajas con el coche eléctrico

Uno de los principales dilemas del coche eléctrico es la autonomía del vehículo, que se suele situar en algo más de 200 kilómetros. Aunque no hay problemas para los trayectos del día a día, sí hay dificultades para recorrer largas distancias.

En España hay unos 5.000 puntos de recarga para coches eléctricos, una cifra todavía lejana al de otros países europeos. Con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Gobierno pretende que en algo más de dos años las gasolineras incluyan puntos de recarga eléctricos aunque el sector asegura que no es tiempo suficiente.

Además de los 5.000 puntos de carga existentes, solo unos 200 son de carga rápida, el resto tienen un tiempo de carga de una hora y media. Porque es necesario agilizar los tiempos de carga, en 2019 se prevé la instalación de 200 electrolineras más que tardarán entre 5 y 20 minutos en llenar el coche, y en los próximos cuatro años un aumento de hasta 25.000 puntos de recarga.

Estos cálculos hacen referencia al consumo de combustible o de electricidad, pero también pueden tenerse en cuenta otros factores como los gastos de mantenimiento, la vida útil o el daño al medio ambiente. Y en no contaminar, claramente, el coche eléctrico gana.

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