FRANCIA NO CUMPLIRÁ SUS OBJETIVOS DE CRECIMIENTO Y DÉFICIT DE 2014

El crecimiento de la economía francesa fue nulo por segundo trimestre seguido

La economía francesa estuvo estancada en el segundo trimestre del año, al igual que en el primero, según la primera estimación publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (Insee).

El producto interior bruto entre los pasados abril y junio registró una caída de las inversiones en empresas (-0,8% respecto al primer trimestre) y un déficit en el comercio exterior, que le resta un 0,1 puntos de PIB a la economía gala, tras "una contribución neutra en el primer trimestre".

Aumentó, sin embargo, el gasto público (+0,5%) y el gasto de los hogares (+0,5%) en un segundo trimestre en el que "la producción de bienes y servicios fue casi estable" (-0,1%) y "la producción de bienes manufacturados se contrajo de nuevo (-1%) en casi todos los sectores de la economía".

En el conjunto del año, Francia acumula un crecimiento del 0,3%. El dato avanzado por el Insee llevó al Gobierno a reconocer que Francia no cumplirá sus objetivos de crecimiento y déficit en 2014, señaló en una columna publicada hoy por "Le Monde" el ministro de Finanzas, Michel Sapin.

El avance de la economía francesa al final del año será "del orden del 0,5%" frente al objetivo del 1 % que el Ejecutivo defendía hasta ahora, señaló el ministro, que tampoco espera en 2015 un dato "muy superior al 1%". El déficit público de Francia al cierre de 2014 será "superior al 4%" del producto interior bruto (PIB), frente a la previsión anterior del 3,8%, añadió Sapin.

"El crecimiento está averiado, en Francia como en Europa", reconoció el ministro, quien consideró que "más vale asumir lo probable que esperar lo que no será" porque "la verdad es indispensable para tomarle la medida a los hechos, la voluntad es necesaria para hacer mover los frentes y enderezar el país", señaló.

El ministro aseguró que el Ejecutivo galo del primer ministro, Manuel Valls, llegará "hasta el final" con el llamado "pacto de responsabilidad" que prevé ahorrar 50.000 millones de euros en tres años, pero avisó de que "muchos" de los socios europeos de Francia tampoco alcanzarán los objetivos fijados y reclamó a Bruselas una reacción continental.

"La verdad es esta la situación de crecimiento débil, inflación débil y reducción de déficits más débil tiene su origen en causas propiamente francesas, pero también a situaciones a las que solo se puede aportar una reacción europea global", dijo.

En ese sentido, reclamó al Banco Central Europeo (BCE) que aplique "una política monetaria adaptada a la situación excepcional" que vive la zona euro y a la nueva Comisión Europea (CE) una "reorientación"de las políticas comunitarias.

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