LOS CHINOS, MUY HABITUALES EN INMOBILIARIA
Se dispara un 25% la compra de casas por parte de ciudadanos chinos
La compra de viviendas por parte de chinos en España ha subido un 25%, los más ricos las quieren para obtener la residencia. Prefieren los inmuebles grandes y en Madrid, porque no les gusta la playa. Muchos pagan a tocateja y, en proporción a su población, compran más casas que los españoles. En total, en España viven 180.00 chinos, que en 2014 adquirieron más de 1.500 viviendas.
Xiang y Wen vienen desde Pekín para comprar piso en Madrid. Visitan un edificio emblemático de la capital, las Torres Blancas. Buscan una vivienda de más de medio millón de euros, algo que automáticamente les abriría la puerta para conseguir lo que llaman la Golden Visa, la visa oro.
Diego Vázquez, consultor inmobiliario de 'Mr. House Real Estate', explica que "compran inmuebles de más de 500.000 euros para obtener el permiso de residencia".
Es un cliente cada vez más habitual. Una vez que tienen el permiso, hacer negocios en Europa es mucho más sencillo. También crece el número de los compradores ya instalados en España. Lo saben bien en una inmobiliaria madrileña que se especializó en el mercado chino hace ya 11 años.
En España viven 180.000 chinos que el año pasado compraron más de 1.500 viviendas. Si se pone en relación esas dos cifras, sale que uno de cada 117 compra casa. Los españoles, por ejemplo, compran una cada 161 habitantes.
Los expertos ven un gran margen de mejora si se ofrece el producto adecuado. Fernando Encinar, director de estudios de 'Idealista.com' explica que "seguimos apostando por el modelo de sol y playa cuando, en realidad los chinos odian el sol y buscan un producto de inversión, centrado principalmente en Madrid". Además, los chinos son la nacionalidad que menos opta por los minipisos. Para ellos, el tamaño importa y mucho.
Consejo de Agricultura y Pesca
La UE logra un acuerdo sobre la pesca: reduce los días de captura, pero podrán aumentar si utilizan redes más sostenibles
¿En qué consiste? En el Mediterráneo occidental, los ministros europeos acuerdan reducir el esfuerzo pesquero de los arrastreros en un 66% en aguas españolas y francesas y en un 38% en aguas francesas e italianas.