Unidos ante las presiones rusas

España acuerda en Bruselas un ahorro de un 7% en el consumo de gas

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica insistía hoy mismo en que había que salir unidos de la reunión y así ha sido. Frente a la idea inicial de reducir un 15% el consumo de gas, España ha acordado con el resto de ministros de Energía rebajar el consumo al 7%.

Putin sigue abriendo y cerrando el grifo del gas a su antojo. Algo que está tensionando las relaciones de los socios europeos que hoy buscaban aprobar un plan conjunto para reducir la dependencia del gas ruso. Y así ha sido. Los ministros de Energía han acordado en Bruselas un plan ahorro energético.

Ante el objetivo planteado de bajar el consumo de gas de forma genérica en un 15%, los países del Mediterráneo se mostraban muy reticentes. Tanto Portugal como la propia España consideraban que no se debía aplicar el descuento a todos por igual, defendiendo esta última que el consumo en nuestro país ya está ajustado. Y así, finalmente se ha acordado que España y Portugal reducirán su consumo de gas en un 7%.

En líneas generales, el acuerdo establece que las reducciones de consumo que se propongan serán "voluntarias" y en ningún caso "obligatorias" y que se aplicará una rebaja del consumo para todos los Veintisiete del 15%, aunque con excepciones como la ya comentada de España y Portugal, y también islas como Malta o Irlanda.

Además, el acuerdo de los Veintisiete establece que serán los países de la UE los que tendrán la responsabilidad de activar el estado de "alerta" en la Unión a través del Consejo para que se active la obligatoriedad de la reducción de consumo de gas, a diferencia de la propuesta inicial de Bruselas. Sólo Hungría se ha opuesto al acuerdo político. En el documento aprobado se contemplan excepciones específicas para algunos Estados miembro considerando factores como la interconexión de un país respecto a otras redes gasísticas en la UE, la sincronización con la red de distribución eléctrica europea, su capacidad de exportación o sus niveles de almacenamiento.

En base a ello, podrán solicitar una excepción aquellos países de la UE que cuenten con una baja interconexión con otros Estados miembro y puedan demostrar que su capacidad de exportación por interconexión o a través de terminales de gas natural licuado se puede utilizar para redirigir el consumo de gas a otros Estados miembro. El caso en el que presuntamente se inscribiría España. Además, podrán acogerse a estas excepciones los Estados miembro que no estén interconectados a la red de gas de otros países de la UE, ya que su reducción del consumo no podría contribuir al suministro de los países que lo necesiten. Un escenario en el que se enmarcarían Malta o Irlanda. La lista de exenciones los países de la UE incluye también a aquellos Estados miembro cuya red de distribución de electricidad no esté sincronizada con la europea, como es el caso de los países Bálticos, todavía conectados a Rusia, o aquellos que todavía sean muy dependientes de gas para la producción de electricidad.

Por último, los países que hayan superado sus objetivos de almacenamiento de gas, cuyas industrias críticas dependan del gas como materia prima y su consumo ha aumentado al menos un 8% en el último año en comparación con la media de los cinco años anteriores podrán solicitar excepciones.

La Comisión Europea presentará una propuesta para declarar el estado de "alerta" en caso de "riesgo sustancial" de escasez de gas y tendrá que contar con el apoyo de cinco Estados miembro que hayan declarado la alerta a nivel nacional. Las medidas de reducción de la demanda que adopten los Estados miembro deberán priorizar que no afecten a los clientes protegidos, como los hogares y los servicios esenciales, a las entidades críticas, a la atención médica y la defensa.

Satisfacción por el acuerdo alcanzado

Tras el acuerdo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, se ha mostrado muy satisfecha. "Acojo con gran satisfacción la aprobación por parte del Consejo del reglamento para reducir la demanda de gas y prepararse para el invierno. Es un paso decisivo para enfrentar la amenaza de una interrupción total del gas. Gracias a la decisión de hoy, Europa está lista para abordar su seguridad energética como Unión", ha publicado en su perfil oficial de Twitter.

Antes de la reunión, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, insistía en que España apoyaba el plan que prepara la Unión Europea para reducir el consumo de gas con vistas al invierno, aunque descarta asumir un recorte del 15%. Así, ha apuntado a otras fórmulas para conseguir ese resultado.

"Tendremos un objetivo de reducción. No del 15%, sino significativamente por debajo. Porque si se trata de un paquete de solidaridad, lo que tenemos es que combinar las distintas medidas de solidaridad, que no se resumen solamente en ahorro neto, sino en cómo se consigue que quien lo necesita pueda tener acceso a energía", dijo Ribera a su llegada a la reunión de titulares de Energía de la UE que se celebra en Bruselas.

"Es correcto que todos asumamos un compromiso de reducción. El 15% añadido a todo este esfuerzo de nuestras infraestructuras era muy difícil, pero sí creo que el ahorro en el ámbito doméstico es importante. Sí cuento con que tendremos un objetivo de reducción, no del 15%, y sí significativamente por debajo. Nuestro valor añadido es facilitar el acceso a la energía", insistía Ribera.

Voluntad de todos de alcanzar una posición común

Se trataba así de salir con un plan común de la reunión y más después de que hoy mismo la empresa gasista rusa Gazprom haya informado de que, a partir del miércoles, reducirá a la mitad el suministro actual a través del gasoducto Nord Stream 1 aludiendo a la revisión de una nueva turbina, como ya pasó hace semanas.

El gasoducto actualmente opera a un 40% de su capacidad, con lo que a partir de mañana se reducirá a un 20%, lo que supone unos 33 millones de metros cúbicos de gas por día, tal y como recoge la agencia rusa de noticias TASS.

Desde Alemania se ha valorado este nuevo movimiento de Putin como un castigo por las sanciones impuestas a Rusia tras su invasión a Ucrania. El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, ha mostrado su alarma "Rusia está rompiendo contratos y culpando a otros", mientras que "Putin está jugando un juego engañoso". "Intenta debilitar el gran apoyo a Ucrania y abrir una brecha en nuestra sociedad. Para ello, agita la incertidumbre y hace subir los precios. Estamos contrarrestando esto con unidad y acción enfocada. Estamos tomando precauciones para pasar el invierno", ha lamentado.

Desde la guerra en Ucrania, su presidente Zelenski, sostiene que "Rusia hace todo esto específicamente para que a los europeos les resulte lo más difícil posible prepararse para el invierno" y pide devolver el golpe con fuerza.

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