Siete millones de opositores
España, un país de opositores en busca de estabilidad, conciliación y un mejor salario
Tres de cada cuatro españoles cree que si trabajas en la administración vives mejor, con la estabilidad y la conciliación que todos buscamos. Eso explica que ahora mismo haya siete millones de personas preparándose para unas oposiciones.
España vive un 'boom' de opositores. Un total de siete millones de españoles -de 18 a 55 años- está ya opositando o se lo plantea seriamente, y este movimiento lo notan en los centros dedicados a la formación de opositores, como Master-D Sevilla, donde afirman que están preparando a un 60% más de opositores que antes.
El perfil más repetido es el de mujer, de unos 39 años, con estudios universitarios, con experiencia laboral y que compagina sus oposiciones con un trabajo. Pero el perfil también está evolucionando y hay cada vez una mayor tendencia de gente joven que inicia este camino.
Los factores que más motivan a quienes estudian una oposición son tren y llevan un orden. La primera prioridad que buscan al opositar es la estabilidad que ofrece un puesto como funcionario.
Lo segundo que suena bien al opositor es la conciliación, poder vivir con una mayor libertad, ganar una calidad de vida que hace que el esfuerzo merezca la pena.
Después, no olvidan el sueldo, una prioridad que colocan en el tercer escalón. Seis de cada diez opositores dicen que de conseguir un puesto en la administración mejorarán sus ingresos.
"La búsqueda de estabilidad y conciliación es el principal ¡motivante de los opositores, por delante del salario", corrobora a laSexta Jacobo Fariña, responsable de comunicación de OpositaTest
Canarias, Aragón y Castilla La Mancha son las tres comunidades donde mayor peso de opositores hay. Un 40% de quienes allí tienen entre 18 y 55 años oposita o piensa hacerlo.
Una misión casi imposible
Alquilar un piso, una misión casi imposible: "Dijimos que éramos pareja y ni aún así nos llamaron"
Encontrar piso de alquiler es ahora mismo una auténtica aventura, desde conseguir una cita, hasta las decenas de pruebas y papeleos que te exigen para quedarte con la casa. Tener dinero no es el único requisito; los que tienen niños o perros, por ejemplo, lo tienen casi imposible.