FABRICÓ UNA VIDA CON LA QUE ESTAFÓ MILES DE EUROS

La estafa de Nicolás, inventando inversiones se coló en la coronación de Felipe VI

Un estafador con mucha cara y con muchas caras. Con 20 años se ha hecho pasar por un alto de cargo, con contactos, en el Gobierno y la Casa Real. Ha mantenido reuniones con Aznar y hasta llegó a colarse en una audiencia del nuevo rey. Prometía inversiones multimillonarias gracias a sus contactos. Con esta vida fabricada llegó a estafar miles de euros. Ya le han detenido.

Espera su turno para saludar al rey. Formal, sin llamar la atención, como un invitado más, se acerca y lo consigue. Es una de las últimas estafas que Nicolás Gómez-Iglesias pudo plasmar en las redes sociales. Fingiendo ser un alto cargo, su encuentro con Felipe VI le llevó hasta la cúspide de su engaño. "Su obra cumbre fu sin duda la coronación de Felipe VI, se sabe que logró colarse dentro de los actos a pesar de que se trataba de un evento restringido", explica el periodista José María Olmo.

Con tan solo 20 años, su imaginación no conocía límites: primero seleccionaba a sus víctimas: entre ellas el empresario Villar Mir, la alcaldesa Ana Botella, Esperanza Aguirre o Rodrigo Rato. Entonces, se hacía pasar por una persona con muchos contactos y prometía suculentos negocios multimillonarios.

También le podemos ver en una conferencia con José María Aznar donde llegó incluso a particiar. Sus fotos son algunos de los triunfos que llegó a cosechar para dar la sensación de que efectivamente tenía esos contactos.

Ha sido el tema del día en el Centro Universitario de Estudios Financieros, donde Nicolás estudió. "Ha venido como cinco veces al año durante tres años", afirma una alumna del centro. Aunque parece que no cumplía con sus estudios sí lo hacía, y con nota, en sus mentiras. Ningún control se le resistía.

Se subió incluso al palco del Santiago Bernabéu, muy cerca de Florentino Pérez. Tres años de estafa que han acabado este martes. "En los últimos meses se le empezaron a acumular los errores, intentó entrar en la embajada de Estados Unidos y no lo consiguió, e igualmente trató contactar con gente de Casa Real y tampoco lo consiguió", explica José María Olmo.

La Policía lo detuvo en Madrid aunque tampoco en ese momento dudó en presumir de sus contactos en el Ministerio del Interior para convencer a los agentes de que le dejaran en libertad.

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