Protestas de los agricultores

Los 'chalecos verdes' bloquean los accesos a París para exigir mejoras en el sector agrícola

El Gobierno francés ha desplegado un importante dispositivo policial para evitar el bloqueo de los aeropuertos con las movilizaciones. Sin embargo, los agricultores han conseguido aislar por carretera el principal aeropuerto del país.

En breve

Desde primerísima hora (con nocturnidad y alevosía, incluso) los agricultores franceses están yendo con todo para cumplir con ese "lunes negro" de bloqueos que anunciaban. Los agricultores han conseguido aislar por carretera el principal aeropuerto del país. También la han tomado con grandes superficies de provincias, a las que acusan plasmar la competencia desleal de otros países. Con una peculiar "operación carro de la compra" se han plantado en su camino a la región de París.

Otro crucial mercado, el de Rungis, la mayor Plaza de Abastos del mundo, es el objetivo de la tractorada, que partía ya de día con sonoras pitadas. Tan sonoro como los apoyos y saludos que van cosechando a su paso por algunos pueblos.

En total ya se cuentan más de cuarenta acciones de protesta, en su mayoría bloqueos en carreteras y grandes superficies, en una Francia que se prepara para afrontar más convocatorias de paros. A los agricultores y sus cortes, con barricadas a base de volquetes vocados, que han conseguido bloquear varias de las autovías que llevan a la capital, se suman los taxistas. Éstos y su "operación caracol" (circulando muy lentamente) han logrado bloquear incluso la circunvalación de Burdeos, punto neurálgico entre París y España. El sector del taxi francés pide renegociar (al alza) su convenio con la Seguridad Social por transportar a pacientes.

El peso de estas protestas lo llevan unos campesinos enarcedidos que, como decía uno de sus líderes a la televisión francesa este mediodía, no dudarán en forzar que sus compatriotas pasen algo de desabastecimiento o incluso, en convertir Francia "un poco en el Bronx". Textual. La pelota, dicen, está en el tejado del Elíseo.

Mientras, en La Jonquera (Girona), zona afectada por el bloqueo de agricultores, laSexta ha comprobado que la circulación esta mañana era normal y no había acumulación de camiones en los parkings. Los Mossos aseguran a este medio que "no tienen previsto por ahora ningún dispositivo especial".

Por su parte, el ministro de Agricultura español, Luis Planas, ha señalado este lunes que siguen "en contacto con autoridades francesas" y ha tachado de "inadmisibles" los ataques a los camioneros españoles. "Respetamos el derecho de manifestación, pero con respeto a las personas y bienes", ha señalado, avanzando que "hay 10 autopistas francesas afectadas por los cortes". Según Planas, el Ministerio del Interior francés ha prometido que los camiones de España serán protegidos.

Colmar las revueltas

"Pido calma y determinación en una semana en la que enfrentaremos todo tipo de peligros", ha alertado el responsable de la FNSEA, Arnaud Rousseau, quien ha asegurado que su meta "no es ni la violencia ni la provocación" y sí presionar al Ejecutivo para que mejore las condiciones de vida de los agricultores. Otra organización, Coordinación Rural, se ha marcado un simbólico objetivo, el de bloquear el mercado internacional mayorista de Rungis (afueras de París), considerado el mayor de productos frescos en el mundo.

El Ejecutivo francés, que se ha esforzado en ir al terreno junto a los agricultores y que ha multiplicado anuncios para calmar la revuelta, convocó el domingo un gabinete de crisis para evitar que el caos se instale ante un eventual bloqueo de París.

El Gobierno quiere ante todo proteger de cortes los accesos por autopista a los aeropuertos internacionales de Roissy y Orly y evitar el corte de Rungis, el mercado que abastece a buena parte de la capital y su región.

Por ello, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha ordenado movilizar a 15.000 miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para impedir "cualquier tipo de bloqueo" en la capital. El modus operandi de los manifestantes deberá ser el mismo que en las otras acciones, montar barricadas con la ayuda de tractores y otros vehículos agrícolas.

Darmanin aclaró el domingo que la consigna general será la de no intervenir en los bloqueos y matizó que una de las excepciones será si se confiscan camiones que transporten productos extranjeros. "Eso es inaceptable y por ello hemos dado consignas de intervención y de detención si ocurren hechos así, que son esporádicos pero que ya han sucedido" durante la actual movilización, agregó.

Hasta el momento, el Ejecutivo se ha mostrado especialmente prudente a la hora de enviar efectivos policiales para disipar estas protestas, que ha juzgado pacíficas aunque se hayan bloqueado ya infraestructuras e incendiado algunos edificios públicos.

UE pide explicaciones y España se defiende

Bajo presión por este anunciado "sitio" a París, el Gobierno del europeísta Emmanuel Macron ha secundado el argumento de los agricultores y acusado de "la competencia desleal" a socios de la UE como España e Italia.

"Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas (fitosanitarias) que a otros (países) no", criticó este domingo el primer ministro francés, Gabriel Attal.

El jefe de Gobierno mencionó que al menos 40 % de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios "más medidas" para blindar la soberanía alimentaria francesa.

La Comisión Europea ha pedido explicaciones a Francia por las protestas de los agricultores franceses que incluyen el bloqueo del paso a camiones que transportan productos españoles y no ve, en principio, indicios de la competencia desleal a la que ha aludido el primer ministro francés.

Sobre esto, el ministro Planas ha asegurado que "las normas de la UE de comercialización y producción son similares en todos los países miembros. "Las aplicamos igual y no hay ninguna ventaja competitiva derivada de la aplicación de normas distintas. Las mismas normas de Francia se aplican en Alemania, Italia, España y el resto resto de Estados. No hay diferencia", ha zanjado.

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