Hábitos de consumo

La marca blanca golpea al fabricante: Bimbo y Danone sufren por el cambio de hábitos que ha provocado la inflación

La inflación cambia los hábitos, y estos el consumo y la industria. La paradoja se adueña de la cesta de la compra con el triunfo de marcas de supermercado sobre la primera marca que muchas veces ha sido pionera como producto. Danone y Bimbo son dos ejemplos del terremoto.

En breve

Que la marca blanca gana peso en nuestro carro de la compra no es novedad, porque la inflación ha acelerado esta tendencia que ya estaba muy consolidada dada la gran gama de productos con el sello de distribución. La noticia es que ahora este avance está teniendo consecuencias: las marcas Danone y Bimbo ya planean cerrar una planta cada una.

En la localidad barcelonesa de Parets del Vallès, hace cuatro décadas que funciona la planta de Danone, encargada ahora de ciertos productos lácteos de la marca. Y aquí, la compañía ha planeado un cierre que tiene "a los trabajadores muy afectados" según cuenta Jordi Barragán, presidente del comité de empresa. En la planta se emplean 157 personas.

En medio de las conversaciones con la Generalitat, el ayuntamiento y Danone, los trabajadores tienen claro el principal motivo del cierre: el auge de la marca blanca. En esta empresa no fabrican producto con el sello de distribución, solo del fabricante, y la pérdida de cuota de esta última produce una "caída de producción y del tonelaje, que estamos sufriendo realmente" añade Carles Andrés, secretario general de la sección sindical de Danone por parte de UGT.

 Bimbo fabrica un snack muy conocido bajo la marca Takis en su planta de El Verger, en la provincia de Alicante, con 113 trabajadores "dentro de una comarca donde es prácticamente la única industria grande que hay" añade María José González, responsable de CC. OO de la comarca de La Marina.

A la espera de la propuesta definitiva de la empresa, en la que se barajan ahora mismo ofertas de recolocación para los empleados, estos se muestras perplejos porque "la empresa es viable" añade González, aunque reconoce que aquí fabricaban marca blanca, y que "alguna dejaron de fabricar" porque "salía más cara que no hacerla".

Frente a esta problemática para estas compañías, el futuro no pinta nada halagüeño, porque es probable que la marca de distribución siga ganando peso en detrimento de la del fabricante. De cara este año, según Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Retail de KPMG, "en muchas de las categorías" esta marca blanca de supermercado "pueda incluso vender más que estas marcas de fabricante".

La marca de distribución ya es casi la mitad de nuestra cesta de la compra, según los informes de NielsenIQ y Kantar, y para frenar la sangría Porta cree que los fabricantes deberían "redefinir su propuesta de valor y revisar su política de precios y promociones y al mismo tiempo seguir innovando". Es decir, concentrarse en sus productos mejor valorados e intentar hacer atractivo su precio, sin dejar de lado la capacidad de sacar productos nuevos que no tengan un sustituto en la marca de distribución.

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