Millones de pasajeros, en tierra
Más de 11.000 vuelos sufren retrasos en todo el mundo por el fallo informático de Microsoft
El fallo informático provocado por un antivirus de Microsoft ha provocado que todavía este sábado miles de vuelos sufran retrasos. Más de tres millones de personas se han visto afectadas en todo el mundo.
Más de 11.000 vuelos sufren retrasos en todo el mundo por el fallo informático provocado por un antivirus de Microsoft, siendo Estados Unidos el país más afectado. En total, más de tres millones de personas han visto cómo sus vuelos sufrían cancelaciones o retrasos a nivel global.
Usuarios y empresas de diferentes industrias esenciales alrededor del mundo, incluyendo la bancaria, aeronáutica, medios de comunicación y el sector salud, se recuperan este sábado del "mayor apagón informático" de la historia, tras un fallo en el sistema Microsoft Windows provocado por una actualización de la empresa CrowdStrike.
El apagón vino por un error en una actualización de un software de CrowdStrike -una compañía de ciberseguridad con sede en Austin (Texas)- para el sistema operativo Windows 10 que llevaba a los equipos a quedar atascados en la llamada "pantalla azul de la muerte", según explicó en X George Kurtz, director general de la empresa.
El experto de ciberseguridad Troy Hunt, responsable del popular portal sobre ciberseguridad y estado de redes online HaveIBeenPwned, aseguró que la dimensión global de la caída representó "el mayor apagón informático de la historia". Sin embargo, Kurtz, presidente de CrowdStike, llamó a la calma subrayó en X que lo ocurrido no fue un incidente de seguridad ni un ciberataque, sino un problema aislado para el que se dio soporte a los clientes a fin de que obtuvieran las últimas actualizaciones.
El fallo de Microsoft provocó incidentes en el registro de pasajeros, errores en las conexiones de redes y en los sistemas de información de aerolíneas en todo el mundo, que dejaron en tierra a sus usuarios al modificar miles de vuelos de forma masiva. Las principales aerolíneas del mundo, incluidas American Airlines, Delta y United, cancelaron o retrasaron vuelos a nivel "global", provocando largas filas en los aeropuertos. En Estados Unidos, el apagón tuvo un impacto masivo, especialmente en el sector de la aviación y la logística. Allí, más de 31.000 vuelos se retrasaron y alrededor de 3.600 fueron cancelados.
En Europa, también fueron varios los aeropuertos afectados. Es el caso del de Heathrow, en Londres, uno de los de mayor tráfico, que implementó planes de contingencia para minimizar el impacto en los viajes. También se vieron perjudicados los aeropuertos de Luton, Gatwick, Stansted, Edimburgo y Manchester en Reino Unido, Roma, Schiphol (Países Bajos), Berlín, Zurich (Suiza) o Cracovia (Polonia).
En Latinoamérica, países como Argentina, Panamá, República Dominicana, Perú, Honduras y Chile experimentaron una afectación mínima, y sus aerolíneas nacionales e internacionales, con contadas excepciones, reportaron normalidad en sus operaciones. Aerolíneas y aeropuertos de Asia y Oceanía también confirmaron que sufrieron problemas informáticos. Varias empresas, incluidas líneas aéreas en Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait y Baréin se vieron afectadas, aunque en su mayoría de forma "limitada".
Por su parte, la Autoridad Aeroportuaria de Hong Kong activó el mecanismo de respuesta de emergencia en el aeropuerto para garantizar la continuidad de los servicios a los viajeros. Los aeropuertos de Sídney y Melbourne, en Australia, anunciaron este sábado que sus sistemas informáticos volvieron a funcionar con normalidad.
Normalidad en los aeropuertos españoles
Los aeropuertos españoles operan este sábado con normalidad después de recuperarse de los estragos vividos en la víspera por un fallo global en el sistema operativo de Microsoft que se desencadenó tras la actualización de un componente de ciberseguridad de la empresa Crowdstrike.
De este modo, en caso de registrarse algún retraso o cancelación, sería competencia de las aerolíneas y no de Aena, según han explicado a EFE fuentes del gestor aeroportuario, que insisten en que la actividad trascurre como es habitual. Sin embargo, en el aeropuerto de Madrid-Barajas se recomendaba acudir con cinco horas de adelanto.