NO DISTINGUE ENTRE COLORES POLÍTICOS
La puerta giratoria entre la gestión pública y la empresa privada
El paso de políticos a grandes empresas no es nada nuevo en nuestro país y tampoco en Telefónica. Eduardo Zaplana, ex ministro de trabajo, fue su primer fichaje en 2008. Ángel Acebes, Pedro Solbes o los ex presidentes González y Aznar son otros ejemplos de que la política puede ser en pasaporte en primera clase para la empresa privada.
Zaplana bandonó su escaño de diputado y pasó de cobrar unos 60.000 euros anuales como diputado, a alcanzar el medio millón como delegado de Telefónica.
De aquel Gobierno de Aznar, no fue el único en pasar por el torno. Junto con Rato, Ángel Acebes también entró en Bankia, y cuando se descubrió el agujero de la entidad, se hizo de Iberdrola. Allí, sólo en el primer semestre de 2012, se ha embolsado 145.000 euros.
El ex presidente Aznar podría vivir con lo que cobra como conferenciante. Pero los suculentos sueldos de las eléctricas le han conquistado. Como asesor de Endesa gana 200.000 euros al año.
La empresa privada no distingue color político. También el ex presidente González está al servicio de la energía. Aconseja a Gas Natural por un sueldo de hasta 125.000 euros anuales.
Lo mismo pasa con los ex ministros de economía del Gobierno Zapatero. Pedro Solbes es consejero de la eléctrica italiana Enel y de Barclays, y Elena Salgado asesora a la corporación Abertis, y a Endesa. Tardó apenas 2 meses en aceptar el puesto y eso que cuando abandonó la política decía que iba a tomarse 2 años casi sabáticos.
Exclusión laboral
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