¿Qué implica para el ciudadano el fin del impuesto del patrimonio en Andalucía?

Hasta ahora, solo Madrid bonificaba el 100% del impuesto sobre el patrimonio, un gravamen al conjunto de bienes de cada individuo, que afecta al valor total de todo el patrimonio de cada contribuyente. A partir de ahora, a esta medida se suma Andalucía, tal y como el propio presidente de la Junta andaluza ha anunciado, en un foro junto al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, recalcando que se trata de la sexta rebaja de impuestos que acomete durante su mandato. Juanma Moreno Bonilla sostiene que este impuesto supone "un freno" a la inversión y que de los 20 contribuyentes que más tenían que pagar, la mitad "se trasladaron fuera", suponiendo así una pérdida de recaudación.

Para calcular el impuesto sobre el patrimonio habría que tener en cuenta algunos puntos: quedan exenta la vivienda habitual por un valor de hasta 300.000 euros, han de declararlo aquellos con un patrimonio superior a 700.000 euros; a nivel estatal, a no ser que haya excepciones —como las de Madrid o, ahora, Andalucía—, y están obligados a presentar la declaración del impuesto sobre el patrimonio todos aquellos contribuyentes cuyo patrimonio bruto (sin tener en cuenta las deudas ni la vivienda habitual) esté valorado en más de dos millones de euros.

"Queremos favorecer que determinadas rentas fijen su residencia en Andalucía contribuyendo así con sus impuestos", ha afirmado Moreno, que ha señalado que su objetivo es "hacer de Andalucía la comunidad de régimen común con la presión fiscal más baja junto a Madrid". El presidente de la Junta considera que, con esta medida, aumentará el número de contribuyentes, por lo que ingresará más en retenciones de IRPF.

Ahora bien, ¿en qué afecta esto al ciudadano andaluz en su bolsillo? En 2020, últimos datos que ofrece la Agencia Tributaria, el impuesto de patrimonio afectaba a un total de 218.991 contribuyentes en España, de los cuales la mitad residen entre Madrid y Cataluña; según fuentes del Ministerio de Hacienda, en Andalucía solo afecta a un 0,2% de la población de la comunidad. La supresión de este impuesto en Andalucía afectaría a poco más de 20.000 contribuyentes, que sumarían más de 120 millones de euros en impuestos que irían directamente a las arcas del Estado.

Andalucía, con esta medida, 'prescinde' de este ingreso, esperando que esto aliente a contribuyentes con "determinadas rentas" a trasladar su residencia a Andalucía, compitiendo así con Madrid. Según la ministra de Educación y portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Pilar Alegría, en lo que "sí va a afectar" al ciudadano es en "el recorte que van a sufrir en el estado del bienestar".