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ADEMÁS INTERCEDIÓ PARA AMPLIAR UN CRÉDITO A SU SOBRINA

Varios correos de Blesa demuestran cómo celebraba el éxito de las preferentes

"¡Qué bárbaro! Y eso que habíamos engañado a los clientes" Es la respuesta que Miguel Blesa dio a su número dos en mayo de 2009, tras colocar en sólo unos días más de 2.000 millones en preferentes. Los correos los publica el diario.es. Y lo hace junto a una carta manuscrita de una sobrina de Blesa. El presidente de Caja Madrid intercedió para que le ampliaran un crédito.

Un eufórico Miguel Blesa celebraba una nueva jornada exitosa en la venta de preferentes: "Qué bárbaro, y eso que habíamos engañado a los clientes". Esta respuesta, cargada de sarcasmo, forma parte de los correos del expresidente de Caja Madrid que publica eldiario.es

"Hay una responsabilidad no sólamente societaria sino probablemente una responsabilidad penal. Yo espero que el fiscal general del estado tome nota de esas denuncias", afirma Gaspar Llamazares.

Un abogado experto en preferentes comenta la información publicada: "La pregunta que nos hacemos todos es ¿Caja Madrid habría logrado vender las preferentes explicando a los clientes el riesgo que estas tenían?".

Era mayo de 2009. La Caja estaba a punto de lanzar una nueva emisión de hasta 3.000 millones de euros y su mano derecha se lo anunciaba en un correo: "La CNMV acaba de aprobar la emisión de preferentes de Caja Madrid. Empezamos la comercialización mañana. Irá bien".

"Había una buena relación, según el director de negocios de Caja Madrid, entre el supervisor de todo este mercado de preferentes y la entidad emisora que es Caja Madrid", explica el subdirector de eldiario.es, Juan Luis Sánchez.

Los sindicatos habían criticado la comercialización de preferentes, pero eso, para el número dos de Blesa no era problema: "Lo que he aprendido, es que cuando los sindicatos critican algo, es que es bueno".

Pero hay más, porque eldiario.es también revela que Blesa intercedió por una sobrina que necesitaba ampliar un crédito y se lo pidió a su tío en una carta manuscrita. "Hola tío Miguel, no tengo a quien acudir, por eso te pido que me ayudes. Estoy muy apurada y he intentado casi de todo para no molestarte".

La respuesta del banquero, saltándose todos los procedimientos, no se hizo esperar: "Hay que echarle una mano, y pronto"

Mientras, miles de clientes, sin saberlo, se quedaban sin sus ahorros al adquirir preferentes.

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