Según los economistas
La verdad sobre la eliminación del impuesto de patrimonio en Andalucía: ni está apoyada en datos, ni beneficiará a otras regiones
Las cifras oficiales no coinciden con las de Moreno: ni se han ido los ricos, ni se tributa menos en Andalucía. Carlos Cruzado, presidente de GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda), asegura que en esa región se incrementa la recaudación año tras año.
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, asegura que los mayores contribuyentes de Andalucía se han marchado. Y por eso ha propuesto lasupresión del impuesto de patrimonio en la región. Sin embargo, las cifras oficiales no coinciden con las de Moreno. Carlos Cruzado, presidente de GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda), asegura que en Andalucía se incrementa la recaudación año tras año. "No parece que haya habido una fuga de personas de Andalucía hacia otras comunidades autónomas", añade.
Desde Hacienda aseguran que el número de personas que pagan el impuesto de patrimonio ha subido este año en esta parte de España: de 16.000 a 20.000. Al mismo tiempo, los expertos aseguran que los efectos de estas medidas nada tienen que ver con los que defienden desde la formación. Es decir: no por bajar impuestos se recauda más por mover la economía, como defiende la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Es una pura fantasía fiscal. Yo no he visto que funcione así en ningún sitio", asegura Javier Días-Giménez, profesor de Economía del IESE. Y lo dice este experto que, en particular, sí aboga por eliminar el impuesto de patrimonio al ser España uno de los pocos países que lo mantiene. "Comerse a los ricos es muy mala idea", asegura.
En la supresión del impuesto de patrimonio también entra en juego la competencia fiscal entre regiones. Los expertos la tachan de desleal, por su similitud con Irlanda, país que cuenta con una tributación que perjudica al resto de países de Europa. Así, la eliminación de Moreno deja a otras regiones en una situación compleja, sostiene José María O'Kean, profesor de Economía de la Universidad Pablo de Olavide.
Por todo ello, la solución es implantar un tributo mínimo obligatorio para todas las comunidades, insiste Rubén Gimeno, director de servicios de estudios REAF (Registro de Economistas Asesores Fiscales). El motivo: las carreras por bajar impuestos dejarán, al final, menos dinero para los servicios públicos.