Previsión meteorológica
Del calor extremo a recuperar la chaqueta: llega un fin de semana fresco e incluso frío en algunos puntos
Apenas una semana después del calor sofocante, casi todo el país se mantiene ahora por debajo de los 30 grados, con madrugadas frías en Castilla y León y lluvias en el norte.
En cuestión de una semana, hemos pasado del calor extremo y tempranero, con valores por encima de los 40 grados, a necesitar la chaqueta. Ahora, se avecina un fin de semana fresco, con temperaturas máximas por debajo de los 30 grados en gran parte del país, por debajo de los 25 en la Meseta y de los 20 en el norte.
Por las noches incluso podemos pasar frío: en algunas zonas va a amanecer por debajo de los 10 grados, con temperaturas mínimas que pueden hacer necesario incluso sacar el abrigo del armario. En puntos de Sanabria y de León incluso pueden volver las heladas a zonas de montaña. Únicamente se libran de este frío en el Mediterráneo, donde sí tendrán noches tropicales con mínimas por encima de los 20 grados.
Por otra parte, vamos a seguir bajo la influencia de una borrasca que se encuentra sobre Reino Unido y que continúa enviando algunos frentes que van dejando lluvias, sobre todo en Galicia, el Cantábrico y los Pirineos, aunque en el resto de la mitad norte peninsular puede caer también alguna lluvia mucho más dispersa. En el centro, el Mediterráneo y, sobre todo, el sur, tendremos mucho más sol.
Más días a más de 40 grados
Cada vez pasamos más días por encima de los 40 grados cada año, según se desprende de los registros de temperaturas que pueden verse en el vídeo que ilustra estas líneas, con datos del doctor Dominic Royé de la Universidad de Santiago: desde 1950 y hasta los años 90 cuesta encontrar años con más de 12 días por encima de los 40 grados, pero ahora la tendencia se ha revertido.
Así, desde los 90 hasta ahora la actualidad nos cuesta encontrar años sin más de 12 días por encima de los 40 grados e incluso hay otros en los que se registran hasta 20 días al año por encima de esta temperatura. Con cada vez más días de calor extremo y los peores datos de sequía de las últimas décadas, debemos revisar algunas leyes para ayudar a nuestro entorno y a los montes a adaptarse. Lo que está claro es que nuestros veranos cada vez empiezan antes y duran más.