Ola de calor
Los falsos mitos para hacer frente al calor: son mejores las bebidas calientes y no hacen falta duchas frías
Tomarse una cerveza fría para hacer frente al calor puede parecer un buen plan, pero no lo es. Desmontamos algunas de las creencias más extendidas para hacer frente a las altas temperaturas.
Seguro que cada uno tiene su truco favorito para hacer frente a las altas temperaturas que estamos experimentando en los últimos días: desde tomarse una cerveza fresca a beber agua muy muy fría. Pues no, ninguno de estos trucos sirven en realidad: desmontamos algunos de estos falsos mitos.
No, tomar una bebida fría no es una buena idea. Al contrario: si ingerimos algo caliente provocamos que el sudor se evapore y el cuerpo baje de temperatura. Las frías, por otro lado, nos quitan el calor en el momento, pero a largo plazo nuestro organismo gasta energía para mantener la temperatura corporal y nos acaloramos más.
Además, pese a la tentación de una cerveza fresquita para hacer frente al calor, hay que saber que el alcohol deshidrata. También el azúcar, por lo que un refresco tampoco es una buena opción contra las altas temperaturas.
Y, ojo, si eres de los que se dan una ducha helada... También es un mito. Es mucho mejor una templada ya que al salir del agua el contraste térmico no es tan brusco y no nos provoca sudoración. Además, si te despiertas acalorado en plena noche, no hace falta darse una ducha completa. Basta con echarse agua templada en las palmas de las manos o de los pies o, incluso, en las mejillas.
Más Noticias
El tiempo en el puente de mayo arranca con la llegada de una borrasca que traerá lluvia y frío La nueva borrasca deja nueve comunidades en aviso por lluvia y viento este fin de semana y nieve en el norte Frío de febrero en abril: ¿hasta cuándo se mantendrán estas temperaturas invernales? Vuelve el frío: bajada de temperaturas en toda España y previsión de lluvias en la costa mediterránea Frío y tormentas para este fin de semana: bajan las temperaturas y llueve en varios puntos del país
Asimismo, cubrirse la cabeza no da más calor: todo lo contrario, protege del sol y estaremos más frescos.