NO SE INFORMÓ DE SU MUERTE A LA FAMILIA
La ACLU denuncia a la CIA por mantener en secreto la tortura y el asesinato de un preso en Afganistán
La Unión Americana de Libertades Civiles ha demandado a la CIApor torturar y asesinar a Gul Rahman, un hombre detenido en Pakistány trasladado a una prisión secreta en Afganistán, donde le lanzaron agua congelada hasta morir de hipotermia. El caso se mantuvo en secreto y no se informó a la familia de su fallecimiento.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha demandado a la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) para que informe del paradero del cadáver de Gul Rahman, un preso que en 2002 murió torturado en una prisión secreta de Afganistán.
En la acusación, interpuesta en el Tribunal de Distrito de Columbia, ACLU pidió a la inteligencia estadounidense que publique toda la información sobre el caso, incluyendo la ubicación del cuerpo de Rahman, ha dicho la organización en un comunicado.
Además, solicitó "cualquier tipo de protocolo o guía que aplique la CIA ante la muerte de un preso bajo su custodia". Según divulgó la parte demandante, Rahman fue detenido en Pakistán en Noviembre de 2002, tras lo que fue trasladado a una prisión en Afganistán, donde el personal de la CIA lo torturó con diversas prácticas, como arrojar agua helada, hasta que murió de hipotermia.
La CIA, sostuvo ACLU, "no informó de la muerte a su familia y mantuvo en secreto la situación" hasta que un informe del Senado de EE.UU sobre el programa torturas confirmó la muerte de Rahman en 2014. "Espero que la gente en EE.UU. entienda el deber del Gobierno de contarme la verdad sobre qué pasó con el cuerpo de mi padre", expresó la hija del preso, Hajira Hematyara, en declaraciones recogidas por ACLU.
Por otra parte, esta misma organización registró una segunda denuncia contra la CIA en la que exigió información sobre los "esfuerzos realizados por la agencia de inteligencia para influir en la opinión pública en apoyo a la confirmación por parte del Senado de Gina Haspel como directora de la CIA".
Para el abogado del Proyecto de Seguridad Nacional de ACLU, Dror Ladin, la agencia "lideró una propaganda sin precedentes para impulsar una opinión favorable sobre Gina Haspel mientras que se negó a aportar información sobre su papel en torturas y destrucción de pruebas".