DEVASTACIÓN EN PORTUGAL
Aldeas arrasadas en medio de un paisaje desolador: la situación del incendio de Portugal empeora
El fuego ha devastado pueblos enteros como Pobrais y 27 aldeas de Góis han sido evacuadas al extenderse el incendio. Las llamas se desplazan tan rápido que los equipos de extinción están agotados y las condiciones son tan duras y complicadas que los bomberos aprovechan el suelo, el camión o cualquier otro sitio para descansar un poco.
En Gois las lenguas de fuego avanzan sin control a merced del aire donde el peligro es tan grande que ya son casi una treintena las aldeas evacuadas. En sus bosques es donde se intenta a contrarreloj y con grúa limpiar la zona e intentar crear cortafuegos que paren las llamas.
Es la zona crítica en estos momentos y sus vecinos temen que ese fuego acabe llegando al pueblo. "Fue todo muy rápido, ha empezado a venir todo a este lado y ya está aquí", ha declarado un vecino de la zona.
Ni quienes intentan informar en la zona son capaces por las condiciones y los periodistas huyen del fuego que avanza a gran velocidad.
Todos miran y señalan al enemigo. "Ya casi ha llegado a mi terreno, tengo mucho miedo y mucha preocupación ahora mismo", señalaba una vecina.
Se trabaja sin descanso y entre quienes le plantan cara a las llamas hay bomberos de la Comunidad de Madrid en un incendio más al norte que intentan acabar con las llamas.También hay miembros de la Unidad Militar de Emergencias y otros 200 militares españoles están trabajando sin descanso.
Una lucha llevada a la extenuación haciendo que el suelo, el camión de extinción de incendios o cualquier otro sitio sea válido para que los bomberos puedan descansar un poco.
Casas destrozadas, coches carbonizados y aldeas enteras destruidas es el escenario que deja el paso del fuego. Pobrais es hoy un pueblo devastado, casi fantasma donde un tercio de su pequeña población de menos de 40 habitantes, ha muerto tratando de huir del fuego.
Se cree que el fuego lo originó una tormenta seca. Desde el satélite se ve cómo se formaron las tormentas ese día en la península ibérica que esta vez tras su paso trajo todo lo contrario a la calma. Ahora los vecinos lloran a las víctimas frente a sus esquelas.