Trágicas cifras
El año más mortífero en el Mediterráneo desde 2017: más de 2.200 migrantes muertos en lo que va de 2023
Así se constata en un informe publicado por Médicos Sin Fronteras, que denuncia cómo se ha agravado una crisis en la que, lejos de encontrar una solución, se agravan las violaciones de derechos humanos.
Con casi 2.200 niños y niñas, mujeres y hombres desaparecidos o muertos en el Mediterráneo central en lo que llevamos de año, el 2023 ya se ha convertido en el más mortífero en esta ruta migratoria desde 2017, según el nuevo informe publicado hoy de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el que se denuncia que la inacción de los Estados europeos han provocado más muertes en el mar. El nuevo informe, 'Nadie vino a rescatarnos', está basado en datos médicos y operativos recogidos por MSF a bordo de su buque de rescate Geo Barents, y documenta y denuncia "numerosos casos en los que los Estados costeros europeos ponen, conscientemente, en peligro la vida de las personas al retrasar, no coordinar eficazmente los rescates o no al facilitar las devoluciones a lugares inseguros".
En 2023, el número de personas que llegan a las costas italianas a través de la ruta del Mediterráneo central se ha más que duplicado en comparación con el mismo periodo del año anterior "y este aumento significativo de las salidas, unido a la falta de capacidades y recursos estatales de salvamento, ha traído como consecuencia un incremento de embarcaciones en peligro y de naufragios", escriben desde MSF.
Desde principios de año, una media de ocho personas ha perdido la vida o han desaparecido cada día en esta ruta, explican citando los ejemplos de los 93 migrantes fallecidos en Cutro, en el sur de Italia o los 600 que se cree fallecieron frente a Pylos, en Grecia. El informe contiene además testimonios de los 9.411migrantes rescatados desde 2021 cuando MSF comenzó sus operaciones de rescate en el mar.
"En el barco pequeño cabían entre diez y quince personas. Pusieron a cuarenta personas. Había niños, mujeres. Las olas golpearon el barco pequeño. La gente entró en pánico y se subió al bote pequeño. Al final, el barco pequeño chocó con el grande: murieron dieciséis personas. Entre ellas, mujeres y niños. Lo vi con mis propios ojos", explicó un hombre de 26 años de Camerún, rescatado por MSF en abril de 2023.
MSF también denuncia las prácticas del Gobierno ultraderechista de Gioigia Meloni que en estos primeros nueve meses, debido a las nuevas normativas aprobadas, ha facilitado que se haya bloqueado judicialmente a seis buques de rescate de ONG, entre ellos el Geo Barents, lo que ha supuesto 160 días en los que estos buques de las ONG estuvieron detenidos y no pudieron realizar rescates y evitar la pérdida de vidas. Además, la práctica habitual de asignar puertos lejanos a los buques de las ONG obligó al Geo Barents a recorrer 28.000 kilómetros más —lo que equivale a unos 70 días de navegación extra— para llegar a puertos innecesariamente lejanos y regresar de ellos.
A bordo del Geo Barents, denuncian "MSF también fue testigo de primera mano de flagrantes violaciones de derechos en las que Italia y Malta no coordinaron los rescates ni garantizaron la asistencia a las personas en riesgo de ahogamiento, lo que provocó retrasos en los rescates o que no se produjera ningún salvamento".
"Ellos (el barco maltés) nos dieron agua, comida y tres galones de combustible. Nos dijeron: 'Estáis a 50 km de Italia. No hace falta que os ayudemos. Seguid por vuestra cuenta'", contó un hombre de 27 años, rescatado por MSF en junio de 2023. "Las mujeres pedían ayuda a gritos. Les pedimos ayuda muchas veces, pero se negaron a todas nuestras peticiones. 'No necesitamos combustible, por favor, ayúdennos, llévennos con ustedes, por favor, no nos dejen en medio del mar', suplicamos. 'Por favor, al menos llévense a las mujeres', insistimos. Pero rechazaron todas nuestras peticiones", agregó otro de los hombres rescatados.
La ONG también ha recopilado los numerosos problemas médicos de los rescatados relacionados con las inhumanas condiciones de vida durante su cautiverio en Libia, como infecciones cutáneas y heridas no tratadas. Además, agrega, "273 pacientes presentaban graves traumas relacionados con la violencia, como cicatrices de heridas de bala o palizas, embarazos no deseados causados por la violencia sexual y niveles preocupantes de angustia psicológica, como ansiedad y pesadillas"